El 26 de agosto de 1966, The Beatles tocó su último concierto frente a una gran audiencia. Dejar de tocar en vivo en el punto máximo de su carrera es algo que hoy sería imposible para cualquier banda, pero la industria siempre está cambiando.
En su tiempo The Beatles se valieron de la venta de discos para amasar su fortuna, cuando internet cambió las reglas y la gente comenzó a escuchar música de manera digital, los conciertos y festivales se hicieron aún más populares, las bandas comenzaron a pasar más tiempo de gira y poco a poco nos acostumbramos a que los conciertos fueran el negocio principal de los artistas.
Ese era el lugar en el que artistas y aficionados convivían, donde la música se mezclaba con la tecnología para ofrecer una experiencia única y era considerado el evento donde las cosas “pasaban”. Ahora viene otro gran cambio, esta vez provocado por una pandemia.
Los conciertos virtuales ya eran una realidad antes de que la crisis por el COVID-19 cancelara todos los eventos masivos en el planeta. Desde finales de los años 90 Corea del Sur jugó con la idea de conciertos con hologramas en lugar de bandas, pero fue hasta la década pasada que Girls’ Generation y Psy (el cantante de Gangnam Style) lo hicieron una realidad.
Incluso llegamos a tener cantantes virtuales como Hatsune Miku o Lil Miquela, un avatar digital que comenzó siendo utilizado para patrocinar marcas y ahora tiene una pequeña, pero relevante carrera musical.
Todo esto coexistía con los conciertos tradicionales, y no es que las nuevas experiencias sean mejores, pero con las nuevas restricciones a favor de nuestra salud, es imposible quedarnos en un vacío de música y entretenimiento. ¿Quién habría pensado que Fortnite tomaría el liderazgo en este asunto?
A finales de abril Scott se apoderó de la isla de Fortnite en un tour que duró cerca de 15 minutos, pero que fue suficiente para llenar el vacío que los conciertos dejaron, por lo menos por un momento. Durante el evento, los jugadores esperaron unos minutos y poco a poco una especie de planeta comenzó a acercarse hasta que Scott llegó a la isla y como en cualquier concierto tradicional, se convirtió en el centro de atención inmediatamente.
La dinámica puede sonar extraña para los que no están acostumbrados a jugar en línea, pero encontrarte a un rapero de tal magnitud actuando como un semidios digital y experimentar un show en vivo donde incluso puedes ver sus Nike Air Max 97 demuestran todo el trabajo que hay detrás del evento.
El año pasado Fortnite comenzó esta tendencia con un concierto de Marshmello, un primer ejercicio que tuvo muy buena recepción, y cuyas críticas ayudaron a hacer que el show de Travis Scott fuera aún mejor. Una lluvia de fuego, canciones en un mundo submarino, cambios de realidad y más. Por eso no puede compararse con un concierto en vivo, es una experiencia que ha evolucionado junto a los videojuegos y que seguirá creciendo, pero ahora contará con el apoyo de mucha más gente.
Aún nos encontramos lejos de vivir en un mundo como el de Ready Player One, pero estos eventos nos dicen que tal vez no es un futuro tan lejano. Por otra parte, los conciertos en vivo no terminarán, pero sin duda la industria de 31 mil millones de dólares está sufriendo como muchas otras, y cuando sea seguro volver a organizar shows estos cambiarán antes de ser lo que recordábamos.
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