Muchos de nosotros empezamos (inocentemente) a practicar yoga con el propósito de adelgazar o marcar nuestros músculos. Tanta acrobacia y elasticidad podrían parecer una gran alternativa a pasar las horas en el gym.
Pero no. El objetivo del yoga no es esculpir el cuerpo para tener el bikini body más hot del verano. Es muy diferente. Conforme avanzas en la práctica te das cuenta que es un relajante ejercicio que conecta la mente, el alma y el cuerpo.
Y es que la flexibilidad y la fuerza que se usa no es la de nuestros brazos, abdomen o piernas, es la de nuestro interior. Te vuelves más consciente del presente, aprendes a escuchar y comunicarte con tu cuerpo, y consecuentemente adoptas un estilo de vida mucho más sano.
Algunos de los beneficios de hacer yoga son:
– Mejor circulación sanguínea
– Mejor circulación linfática
– Mejora el sistema inmunológico
– Brinda energía
– Mejora la postura
– Alivia el estrés
– Da paz
– Mayor conciencia
– Mejora el asma y problemas respiratorios
– Mejora la producción de insulina en el páncreas
– Mejora dolores lumbares, artritis y problemas de huesos
– Combate la migraña
– Relaja
– Mejora el sistema gastrointestinal
– Mejora la concentración
No importa el tipo de yoga que practiques. Todos trabajan tu interior y mejoran tu vida. No, no es una religión y no se adora a ningún dios, más que a ti mismo.