Por Mary Gaby Hubard
El 6 de mayo de este año, se llevará a cabo la ya conocida Subasta de Osos Fredo, en el Museo Jumex de la Ciudad de México. Todo lo recaudado se donará a organizaciones que apoyen a niños mexicanos con problemas de salud.
Empezaron ayudando al Federico Gómez, el pabellón de niños con cáncer. Y el mismo doctor, García Aranda fue quien los incitó a ayudar a más gente. Y así comenzaron a apoyar niños con problemas de desnutrición, porque a pesar de que no está comprobado al 100%, el cáncer se relaciona bastante con la alimentación. Así, no solamente ayudaban a los que ya padecían la enfermedad, sino que trataban de evitarla. La otra organización a la que apoyan es CADIMA, en la que se encargan de dar atención, conseguir trabajo y enseñar a niños con síndrome de down a ser independientes.
En The Happening, tuvimos el placer de platicar con los responsables de este increíble proyecto. Luis Martín Sordo y Juan Salvador Martínez, dos interioristas que se toman un break de su ajetreado año laboral para dedicarse de lleno a esta gran subasta. La subasta empezó con 50 osos. Ahorita son 85, y ha llegado hasta 102. Ellos entregan un Oso Fredo en manta, pero los colaboradores se pueden salir del molde por completo. Una vez que se los entregan, ellos pueden hacer lo que quieran con ellos. Mandarlos a hacer o diseñarlos.
¿Cómo nace la subasta de Osos Fredo?
JSM: Para ayudar teníamos que hacerlo divertido. Tú debes de ayudar, de corazón. Nosotros ya teníamos este oso (Fredo), y lo regalábamos a nuestros clientes. A la gente grande le encantaba, algunos nos contaban que hasta se lo peleaban con sus hijos y nietos. Ahí fue donde descubrimos el poder del oso.
JSM: Entonces, empezamos a invitar a gente de todos los ámbitos; líderes de opinión, artistas, periodistas, escritores, artistas plásticos. Todos los que quisieran apoyar. Y empezó como un juego, muy divertido.
¿Para quién es esta subasta?
JSM: El dinero que se recauda es para los niños. Porque ellos no tienen la culpa de nada, son completamente inocentes y cuando se enfrentan a una situación en la cual necesitan ayuda, te parte el corazón.
LMS: Además, ayudar a niños es una verdadera inversión. Es asegurarte una vejez tranquila para ti, y un mundo mejor para tus hijos. A todos los niños que ayudas, se dan cuenta y se vuelven personas agradecidas con el entorno, y gente de bien. Es el mayor tesoro que tenemos, y es nuestra herencia viva. No se trata de darle dinero a la gente. Se trata de compartir juntos esfuerzo, tiempo y cariño. No es lo que te sobra.
LMS: La idea, además de recaudar fondos para las instituciones a favor de los niños, es que la gente las voltee a ver y apoye como pueda. Hay gente que trabaja 24 horas al día para estos niños, y hay que apoyarlos. Yo siento que cualquiera que tenga vida tiene obligación de ayudar al de al lado.
JSM: Lo maravilloso es que son simples osos. Nuestro trabajo es que la gente haga conciencia.
¿Cómo seleccionan a las personalidades que van a hacer los osos?
LMS: Muchos de los que van a participar, ya están apuntadísimos. Hay gente que nos habla con el donativo por delante y nos dice “yo quiero hacer un Fredo y voy a pagar tanto por él”. Y ellos mismos se llevan la sorpresa de que ya en la subasta alguien más se lo lleva a un precio todavía más alto. El compromiso ha ido creciendo cada vez más, y cada año se esmeran más.
JSM: Los primeros dos años hicieron la subasta en el showroom, después la hicieron en el papalote y padrísimo. Y este año, localizamos a Eugenio López para hacerlo en el Museo Jumex, y nos dijo que desde hace dos años se moría por hacer un Fredo, y ahora hasta su mamá hizo uno.
LMS: Hay osos que de entrada, deberían de costar cien mil pesos. Pero salen en 15 mil. Pero eso es lo divertido, que también muchas veces se convierte hasta en subasta de oportunidad. Te puedes llevar a muy buen precio una pieza que vale mucho más.
También tuvimos el gusto de platicar con el joyero Daniel Espinosa, su oso se llama Montecarlo. “Fue un reto muy interesante el poder elaborar esta intervención al oso, con un carácter masculino con joyería de hombre precisamente para de alguna manera poder hacer del conocimiento general que ya estoy trabajando sobre esa línea. “
Cada Oso Fredo es único. Daniel, por ejemplo tomó como inspiración sus viajes de placer y trabajo, mismos que utiliza como motivos para sus colecciones de joyería. “Y viene muy de la mano con los viajes que hago por trabajo, o por placer y que disfruto enormemente. Estos viajes lo que hacen es reflejar lo que cada uno de estos lugares me da o me inspira, y poderlo llevar a la joyería. Es así como hay algunos lugares como el caribe mexicano, Xel – Ha, Oaxaca. Cualquiera de las ciudades de nuestro país que tienen tanta fuerza y colorido visual.”
Ya lo habían invitado a colaborar en otras ocasiones, pero ésta es la primera en la que sus compromisos de trabajo le permiten hacerlo y está muy entusiasmado. “Me emociona mucho ver cómo las distintas personalidades de la subasta imprime su sello, su propia personalidad, su sello en las intervenciones de los osos.”
¿Cómo es el oso de Daniel Espinosa? “Está inspirado un poco en James Bond. Es un oso totalmente glamouroso, muy masculino, con la reminiscencia de los lujosos casinos de St. Tropez, de Monte Carlo, de toda esa parte de la Riviera Francesa. Va a ser un oso bastante distinguido.”
Utilizó la misma base del oso Fredo, pero lo que lo diferencia son los accesorios. “Lleva mucha plata con acentos de piedras agatas. “Va a ser un oso muy sofisticado y lleno de piedras mexicanas.”
Es una subasta orginal, divertida y con una excelente causa. “La palabra caridad aquí no entra. Este es un evento lleno de energía. La gente va a poner su tiempo, su amor su dinero, todo lo que quiera poner y es para cargar de energía a todos los niños que se les apoye. Es solidarizarte con ellos y punto.” (Luis Martín Sordo)