El poder de la música en la lucha contra el coronavirus

De un día a otro las cosas tomaron una nueva perspectiva. Nos dimos cuenta que hay trabajos que pueden hacerse a la distancia, industrias que mueven la economía, pero que ante una crisis, poco pueden hacer y la mayoría se descubrió encerrado en casa sin la posibilidad de vivir una rutina nada espectacular.

Las cosas cambiaron y el mundo se paralizó. Ahora todos aplaudimos al sector médico que se encuentra en la primera línea, a los repartidores, agricultores, transportistas y más que permiten que la comida siga llegando a nosotros y a quienes están haciendo lo posible porque las cosas mantengan un halo de normalidad.

Esto ha hecho que muchos sientan la impotencia de no poder hacer mucho, sin embargo hay un pequeño sector que ha demostrado ser, no sólo práctico, sino esencial, el de la música.

Desde Yo-Yo Ma, uno de los chelistas y músicos contemporáneos más importantes del mundo, tocando una pieza de Bach dedicada a todo el personal médico, hasta los músicos amateurs que han tocado en sus balcones o desde sus ventanas para sus vecinos (y que se han vuelto virales en redes sociales), la música ha significado todo en esos momentos.

El cine, la televisión, los videojuegos y los libros han ayudado a que la gente escape del momento, a que se pierda en historias y otros mundos alejados de un encierro global, pero la música permite que la realidad pese menos, incrementa nuestra resiliencia y nos dice que esto, como todo lo demás, también pasará.

Aunque es una comodidad del día a día (escuchamos música al hacer ejercicio, al bañarnos, al trabajar, incluso para dormir), en esta época se ha convertido en un elemento catártico que nos ayuda a pasar esos momentos de ansiedad que cada vez más personas sufrimos.

Ya sea tu música favorita, la que está diseñada para hacerte sentir bien, la que está naciendo en tiempos de crisis o los actos de artistas que desde sus hogares están transmitiendo conciertos en directo intentando aportar algo a un mundo hiperconectado y al mismo tiempo aislado, la música es un símbolo de esperanza en medio de la oscuridad.