2020 inició con la noticia de un nuevo virus que afectaba a los humanos. Comenzó en China y pocos meses después estaba en todo el mundo. Un día se anunció que el festival de Coachella había sido pospuesto y desde entonces todos los conciertos han desaparecido, hasta ahora.
En Rumania han muerto menos de mil personas a causa del virus y aunque son demasiadas, no son tantas como el resto del mundo, por lo que han podido comenzar a levantar sus precauciones poco a poco. Comenzando junio hicieron lo que ningún otro país, un festival de música manteniendo las reglas de distanciamientos social.
Se trata del festival FORM Days, en la ciudad de Cluj, donde bandas como Apparat, Solstafir y This Will Destroy You tocaron para un público semtado en sillas, mismo que estaba separado por dos metros de distancia de cualquier otra persona.
Con medidas de seguridad extremas, toma de temperatura, mucho gel antibacterial, cubrebocas obligatorio y mucha distancia, el festival puede verse como algo forzado, pero se trata de un evento que sirve para levantar el ánimo de personas que llevaba meses encerrada en casa, así como para experimentar nuevas maneras de convivir.
Tal vez el futuro de los festivales sea este o tal vez las cosas cambien aún más. Con mucha suerte, puede que una vacuna sea la manera de regresar a la normalidad a la que estábamos acostumbrados, porque ver un convierto donde la gente no puede brincar, bailar ni tocarse, aún parece demasiado extraño.
Los conciertos en México aún no tienen fecha, pero esperemos que el día que puedan volver a recibirnos, sea de una forma segura para todos.
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