La leche de camello es considerada como “El Oro Blanco” o “El Oro del Desierto” del Siglo XXI por sus increíbles propiedades aún desconocidas en el mundo. Ahora que estamos muy atentos al Medio Oriente por la Copa Mundial de Fútbol en Qatar, hemos conocido algunos de sus secretos como que el metro de esa muy nueva ciudad fue diseñado por un mexicano, por ejemplo.
Pero uno de sus secretos mejor guardados es el superalimento que es la leche de camello. Hace tan solo 50 años Qatar y varias ciudades de Medio Oriente, incluso Dubái, era desérticas completamente. Con el buen aprovechamiento de los recursos como el petróleo, han conseguido edificar varias de las ciudades más caras del mundo dejando a sus pobladores extremadamente millonarios.
Pero no dejan de lado las tradiciones ancestrales que tenían en ese lugar como el acompañamiento y aprovechamiento de los camellos. Este animal es magnífico, domesticable, lo usan para transportarse pero también hay carreras y concursos de belleza. Un ser característico de aquella parte del planeta.
Su leche es un superalimento que no es tan conocido en otros países, apenas en 2010 la Unión Europea autorizó productos hechos a base de leche de camello por los beneficios que han encontrado algunos investigadores.
Mencionan los expertos que es la más parecida a la leche materna humana en consistencia y nutrientes, es fácil de digerir y no tiene tanta grasa como la leche de vaca. Ofrece un alto porcentaje de Omega 3, Calcio, Hierro, Potasio y Vitaminas A, B y cinco veces más vitamina C que la leche de vaca. Es antiviral, antitumores y hasta anticáncer.
Es un gran aliado para eliminar las toxinas del intestino y es muy baja en calorías, tan solo 48 Kcal en 100 gramos. Hay muy poca probabilidad que te inflame o cause alguna reacción alérgica. Tiene niveles altos de aminoácidos, de electrolitos y es muy buena para personas con diabetes por sus componentes similares a la insulina; su consumo podría ayudar a reducir la aplicación médica diaria.
Al ser tan parecida en propiedades y beneficios a la leche materna humana, es una buena opción de leche de sustitución. Tiene un alto porcentaje de ácido fólico; sin embargo, hasta ahora la leche de camello es bastante cara pues solo producen alrededor de 14 litros por día de excelente calidad, contrario a los 35 de las vacas.
La producción de un litro de leche de camello sale 30 veces más cara que la leche de vaca así que por supuesto su precio sube considerablemente. La utilizan para yogurt, leche en polvo, helados y venderla en su forma líquida.
Se espera que en los próximos años se haga más eficiente y económica la producción y en un futuro no muy lejano puedan compartir sus beneficios a más personas en el mundo.
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