Por Cristina Chamorro
Como un proyecto de tesis, la estudiante Danit Peleg diseñó una colección de ropa fabricada con impresoras 3D. Todo un reto para el mundo de la moda.
A sus 27 años, la israelí logró fabricar piezas de vestir increíbles. Le tomó nueve meses de experimentación y 2000 horas de producción crear cada pieza en impresoras 3D caseras de la marca Witbox, con el filamento FilaFlex, un material flexible pero muy resistente.
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La estética de cada prenda es exquisita. Se puede comparar con el encaje, pero mucho más versátil y moderno. Tienen un movimiento muy divertido y su colores son increíbles. Su inspiración viene de la pintura de Eugène Delacroix “La Liberté guidant le peuple”, por lo que su primera pieza fue nombrada ‘Liberté’. La colección consta de cinco looks completos y zapatos. Todo 100% hecho con impresoras 3D.
Danit quiere lograr que este método nos lleve al punto de no tener que llevar equipaje o comprar ropa en una tienda. Que todos seamos capaces de hacer nuestra ropa en casa.
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Desde el 2003 esta técnica ha tenido un crecimiento tremendo. Campos como el diseño, ingeniería y medicina –por mencionar algunos– se ven beneficiados por su uso al crear piezas fácilmente y a menor costo. La impresión en 3D tiene muchas ventajas: los tiempos de producción se acortan, la precisión de las formas es exacta y los son materiales resistentes.
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El avance de la tecnología no hace tan descabellado el deseo de Peleg. Esperemos tener pronto la oportunidad de probar estos atuendos ready-to-wear y lucir espectaculares con sus modelos. Y por qué no, crear nuestros propios diseños.
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