La historia de la música pop está repleta de escenas fuera de la normatividad, pero al mismo tiempo es un reflejo del gusto de la gran mayoría de la gente, de lo que la industria dicta y que a pesar de que queramos ver como transgresor, viene filtrado hasta llegar como producto final al consumidor.
Durante las últimas décadas, hay géneros que han sido el ejemplo de “rebeldes”, “inconformes” y más, desde el rock hasta el hip-hop y el reaggeton. Estos géneros fueron idealizados (en distintas épocas) por los más jóvenes, esos ansiosos de escuchar algo distinto a lo que sus padres les impusieron y que las generaciones anteriores desdeñaban.
La realidad es que la música popular, englobando todos estos géneros, siempre ha sido transgresora con la normativa de la época y una respuesta al conservadurismo. Desde Elvis y The Beatles, que estuvieron presentes durante la revolución sexual, hasta David Bowie con sus personajes que parecían evadir un género y brindaban un aura de misterio al cantante.
Entonces, ¿dónde están las nuevas masculinidades en el 2022? Mientras la estética es una cosa, las letras dicen algo más. Si Harry Styles usa vestido en los shootings más importantes de su carrera o si Bad Bunny perrea en el cuerpo de una mujer, se pinta las uñas y más, realmente no estamos viendo algo más que la progresión natural de lo que venía gestándose. Lo que sorprende es lo que ahora están diciendo.
Las letras en 2022 son muy distintas a lo que se hacía hace 8 o 5 años atrás. El mundo ha avanzado muy rápido y los cantantes más exitosos han sabido transformarse y adaptarse a lo que hoy se espera de ellos. Aunque de igual manera sus letras parecen ser la progresión de lo que venían haciendo, en muy poco tiempo parecía que los hombres más exitosos de la música estaban hablando sobre traumas del pasado, la necesidad de terapia y hablando desde su vulnerabilidad, algo que durante años les costó trabajo aceptar.
I come from a generation of home invasions and I got daddy issues, that’s on me
Everything them four walls had taught me, made habits bury deep
-Kendrick Lamar, Father Time
Todo el disco de Kendrick Lamar parece un gran monólogo para compartir con su terapeuta y a lo largo de las canciones nos deja claro que su cambio desde el disco anterior a este estuvo marcado por la transformación de su vida privada que tocó fondo y que necesitó de terapia (al parecer con Eckhart Tolle, un escritor espiritual alemán) para poder salir adelante. El resultado es un disco donde el rapero más importante del mundo habla de sus daddy issues, adicción al sexo, trauma generacional y mucho más.
Indiscutiblemente Bad Bunny es el cantante más exitoso del 2022. Sus canciones se mantienen en el top de Spotify desde que se estrenó y sus conciertos son sold out al momento en que salen a la venta. Si bien su nuevo disco no parece reguetón, él es la cara de ese género, que así como el rap de Kendrick, es conocido por un pasado misógino y machista.
Mañana voy a terapia, hoy voy pa’l teteo.
-Bad Bunny, Un verano sin ti
No hay mujer sin herida’ ni hombre que no mienta
Ey, ella no quiere una flor, solo quiere que no la marchiten
Que cuando compre pan, no le piten
Que no le pregunten qué hizo ayer
Y a un futuro lindo le inviten
Que le den respeto y nunca se lo quiten
-Bad Bunny, Andrea
Este es un momento de apertura, de realmente cambiar la marea sobre lo que significa ser hombre. Aunque se han dado momentos de cambio, las actitudes machistas permanecen y hay artistas que aceptan el pasado y buscan el cambio, no en el futuro, sino en el presente. La influencia de estos artistas es indiscutible y sin duda podemos esperar que otros grandes cantantes comiencen a generar nuevas letras, nuevas formas de hablar sobre ellos, sus relaciones y actitudes. Y ojalá que a través del arte que están creando, los hombres lo tomen como un llamado de acción que resulta urgente.
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