Desde hace algún tiempo, la compañía japonesa Japan Security System Co, Ltd. había estado buscando innovar el mundo de las cámaras de seguridad, usadas en tiendas y hoteles, bajo un concepto estético. El presidente de la compañía quería una especie de cámara frontal donde no esperaba el resultado obtenido: una motocicleta con un campo de visión de 360 grados.
Las luces delanteras y traseras son reemplazadas por cámaras de video, mientras que el diseño minimalista de la moto también incluye dos cámaras orientadas hacia los lados y que están colocadas en el asiento. Su diminuto motor es similar al del modelo 49cc, además de carecer de frenos.
La motocicleta aunque podría considerarse un espía, es un gran aliado para la seguridad de espacios concurridos y donde cualquier cámara debe pasar desapercibida. Pese a que la estructura llama la atención, sólo quien ponga atención a los detalles, descubrirá las cámaras puestas estratégicamente en el cuerpo de la moto.