Ni como entrada, ni como side, ni como plato fuerte: ningún emperador de Roma probó la ensalada César. Y aunque esta sensación global se corona con parmesano, no nació en Italia. ¡Es mexicana!
Para nuestros vecinos al norte, el 4 de julio es red, white and blue; pero para el resto del mundo se trata del día en que la humanidad —más bien un gringo en Tijuana— probó una ensalada César por primera vez y este año se cumple un siglo; te contamos la historia detrás de este platillo.
¿Cómo, cuándo, quién y en dónde? La historia de la ensalada César
Está la teoría de que se inventó en 1903 en Chicago por un tal chef Giacomo Junia que—en efecto— pensó en Julio César para nombrar su creación. Pero casi todas las historias confirman algo diferente. Y es que la Windy City puede quedarse con la deep dish, pero Tijuana se queda con una de las delicias crujientes y cremosas más populares de todos los tiempos.
Esa ensalada que te pueden preparar elegantemente a lado de tu mesa, o como el infalible que encuentras en cualquier lugar básico, fue un “happy accident” en 1924 y su autor es Caesar Cardini. Aunque su hermano la reclamó como suya por agregarle anchoas, de una forma u otra, esta receta se queda en la familia de inmigrantes que se mudó de California a México durante la Prohibición en Estados Unidos. En Tijuana, a donde los gringos escapaban para tomar, nada les impediría tener su restaurante y servir a los clientes con sed de la buena.
Un día, a falta de ingredientes, a Caesar afortunadamente no le quedó de otra más que echar todo lo que encontró en un plato: lechuga, aceite de oliva, pan seco, queso parmesano y salsa inglesa. Por ahí dicen que la mezcla también se basó en una receta que un empleado del Hotel Caesar’s (más coincidencias) trajo de la cocina de su madre italiana. El aderezo incluía aceite de oliva, huevo cocido, ajo y queso parmesano servido sobre lechuga romana. Cardini añadió jugo de limón, salsa inglesa y crutones.
Inicialmente, fue pensada para comer con los dedos, remojando las hojas de lechuga enteras en el aderezo. Julia Child escribió sobre esta ensalada en sus libros de cocina y los californianos, incluidas las celebridades de Hollywood como Clark Gable y Jean Harlow cenaron en Caesar’s para escapar de las leyes de Prohibición.
En la década de 1940, Cardini ya embotellaba su aderezo para ensaladas y lo distribuía en varias ciudades de Estados Unidos. Para 1953, la ensalada César había ganado tal reputación en Europa, que hasta en París la proclamaron como “la mejor receta originaria de América en 50 años”.
El éxito se convirtió en leyenda. Hoy todavía puedes visitar Caesar’s en Avenida Revolución en Tijuana, que pertenece al grupo de Javier Plascencia, uno de los chefs más famosos de la ciudad que ha contribuido a definer la cocina Baja Med: una fusión de Ensenada, Tijuana y otros lugares en Baja California. El lugar sirve un gran beef Wellington y escargots, acompañados de —por supuesto— la icónica ensalada.
¿Quién fue Rosa Maria Cardini?
Aunque los comensales hayamos inventado los complementos de pollo a la plancha, huevo duro, salmón, etc. sabemos que lo que hace una ensalada César es el aderezo y Rosa Maria Cardini jugó un papel importante.
Ella es la defensora número uno de la receta de su padre, la autora de la “súper César” para 3.000 personas en una ensaladera de más de 4 de largo, la que patentó el aderezo y sí, la que también luchó por eliminar las anchoas del mix.
Rosa tenía 10 cuando su familia se mudó de regreso a Los Angeles. Ahí se sumó al negocio familiar, embotellando el aderezo césar y escribiendo la etiqueta a mano para venderlo en el Farmer’s Market en L.A. Después de la muerte de su papá en 1956, se hizo cargo del negocio familiar, Caesar Cardini Foods Inc. y patentó el aderezo para ensalada César, además añadió otros 17 tipos de aderezos, incluyendo las versiones más light.
¿Deliciosa? No cabe duda. ¿Saludable? Esa es la cuestión.
Mientras una ensalada siempre suena como una opción más sana, es importante considerar varios factores:
- Contenido nutricional: La ensalada aporta fibra, vitaminas y proteínas, pero es posible que no aporte todos los nutrientes esenciales que tu cuerpo necesita. Obtendrás fibra, vitaminas A y C y proteínas, pero debes incluir frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables en tus comidas diarias.
- Tamaño de porción: Comer en exceso puede provocar un consumo excesivo de calorías, grasas y sodio. Para mantener un peso saludable, toma en cuenta la cantidad.
- Aderezo: Hay muchas versiones. Tradicionalmente el aderezo lleva anchoas, ajo, yemas de huevo y aceite de oliva: todos saludables pero, ojo, también ricos en grasas y calorías. Escoge los aderezos más ligeros o haz el tuyo en casa.
- Toppings: Incluir ingredientes adicionales como pollo, camarones o verduras a la parrilla puede mejorar el valor nutricional de la ensalada con proteínas, vitaminas y minerales adicionales. Sin embargo, toma en cuenta los métodos de cocción. Pon atención a toppings con alto contenido de sodio o grasa, como tocino o cantidades excesivas de queso.
- Equilibrio: Aunque una ensalada César puede ser parte de un plan de alimentación saludable, la variedad en tu alimentación ayuda a obtener un amplio espectro de nutrientes y reduce el riesgo de deficiencias.
Propiedades de los ingredientes:
- La lechuga romana contiene nutrientes como fibra y vitamina C.
- Las anchoas contienen proteínas, ácidos grasos omega-3, vitamina B-12, calcio y muchos más. De hecho, las anchoas son uno de los alimentos con mayor contenido de omega-3.
- El jugo de limón contiene vitamina C y antioxidantes.
- El ajo (en el aderezo) puede reducir el colesterol y reducir la presión arterial.
Si quieres hacer la tuya, el aderezo consiste en aceite de oliva, limón, salsa inglesa, mostaza dijon y ajo. Todos a sabemos que el parmesano raggiano es el broche de oro. Y, como bien diría Rosa, “prepárala y sírvela en 15 minutos. No puedes dejarla reposar o no obtendrás una buena ensalada“.
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