Una de las bases para la salud general de tu cuerpo y todos sus sistemas es el microbioma. Un intestino sano hace toda la diferencia en cómo funcionamos. Y comer alimentos fermentados es una de las formas más fáciles de alimentar las bacterias intestinales buenas.
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Por eso, has visto que están de moda los encurtidos, la kombucha, el yogurt hecho en casa y el miso y cosas parecidas. Esto significa que los ingredientes se han dejado reposar hasta que sus azúcares y carbohidratos se convierten en agentes que aumentan las bacterias, pero ¿ya conocías el Kimchi?
Es un alimento tradicional coreano, generalmente servido como condimento o guarnición, hecho de col fermentada. Es como un sauerkraut, pero el kimchi se fermenta a una temperatura más baja y durante un período de tiempo más corto. También usa otras verduras como rábanos y cebolletas junto con repollo, y se sazona con salsa de pescado, ají y ajo (puede ser bastante picante).
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Está cargado de vitaminas A, B y C, pero como dijimos, lo valioso son sus lactobacilos. Esta bacteria buena ayuda con la digestión, además ha mostrado ayudar a detener e incluso prevenir infecciones por hongos. Y también, algunos estudios muestran que la col fermentada tiene compuestos que pueden prevenir el crecimiento del cáncer.
Además, comer kimchi regularmente ayuda a reducir los niveles de lípidos en suero, es decir, los niveles de colesterol en la sangre. Con consumir mínimo 15 gramos de este mágico encurtido, también podrás darle un impulso al sistema inmunológico, como un importante refuerzo antioxidante, que a su vez mantiene el cuerpo en la mejor forma y puede ayudar a combatir las enfermedades.
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