Conocemos perfectamente el sabor, propiedades y beneficios del fresco atún. Lo hemos comido por años en diferentes preparaciones siendo uno de los pescados más fáciles de consumir; sin embargo, estamos en un momento en el que cada vez nos preocupamos más por el planeta y sus habitantes, así que debemos considerar el proceso de pesca y cómo está afectando a nuestros mares.
En su lugar tenemos al jurel, un pescado igualmente muy saludable con casi el mismo sabor pero con un proceso de pesca mucho más sustentable. Aquí te decimos las razones por las que deberías dejar de consumir tanto atún e intentar cambiarlo por jurel.
¿Qué es el jurel?
El jurel es un pez de color azul con vientre blanco de cuerpo muy delgado con una línea lateral muy marcada y una mancha oscura en la aleta que protege las branquias. También se le conoce como «chicharrilla» por su tamaño, se alimenta de peces más pequeños, crustáceos y calamares.
Se puede encontrar esta especie todo el año en el Pacífico Sur, el Atlántico, el Mar Negro y el Mediterráneo en numerosas cantidades. Tiene muchas propiedades que nos puede brindar al cuerpo humano como ácidos grasos Omega 3 que nos ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos de la sangre. También es una gran fuente de yodo que convierte los alimentos en energía para el buen funcionamiento de la glándula tiroides y la producción de hormonas tiroideas.
Se está volviendo popular para evitar la sobrepesca. El estado de Campeche encabeza la producción de jurel en México con 11 mil 472 toneladas, casi la tercera parte; le sigue Veracruz con 4 mil 682 toneladas; Baja California 3 mil 626 toneladas; y Tabasco 3 mil 288 toneladas; entre otros estados más.
Es una excelente opción para sustituir al atún, su carne es tersa, firme y jugosa solo que con un fondo ético y está libre de pesca incidental. Lo podemos preparar en sashimi, ceviche, aguachile, zarandeado, asado, frito, ahumado, empapelado, guisado o en otros platillos.
¿Qué es la pesca sustentable?
La pesca sustentable respeta el medio ambiente y los ecosistemas marinos, se adecúa al ritmo de reproducción de cada especie para mantener el equilibrio y garantizar la supervivencia de todas las especies. De igual manera rechaza la pesca de todos aquellos que están en peligro de extinción.
Como dato, el jurel chileno es la pesquería certificada más grande de Latinoamérica. Cuenta con el sello azul de la Marine Stewardship Council que asegura son capturados de forma sustentable y con extremo respeto al medio ambiente.
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