Parece una broma, pero resulta que la combinación clásica de aceite de oliva y jitomates es lo que necesitas para una mejor piel. Los nutrientes de la mezcla pueden darle a tu piel un impulso antioxidante para calmar la inflamación, reducir el daño solar y luchar contra las líneas finas.
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Cada vez más dermatólogos le dicen a la gente que se suba al tren del jitomate debido a los muchos beneficios de un compuesto químico llamado licopeno. Es el nutriente que tu piel tal vez no sabías que necesitaba.
El licopeno es un nutriente rojo en la familia de los carotenoides que le da a los tomates, las sandías y las guayabas su característico color. Aunque se encuentra naturalmente en algunas frutas y verduras rojas y rosadas, los tomates tienen la mayor cantidad de licopeno. Entre más madura el tomate, su contenido de licopeno aumenta.
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La maravilla de este nutriente no solo apaga los radicales libres, sino que también induce el propio mecanismo de protección del cuerpo contra el estrés oxidativo y la inflamación. Esto mejora la resistencia de la piel y permite que las células de la piel puedan lidiar mejor con el medio ambiente.
Al aumentar tu consumo de licopeno, puedes mejorar la salud del colágeno en tu piel y detener algunas de las líneas de expresión antes de que empiecen. El licopeno puede beneficiar a cualquier tipo de piel, pero funciona especialmente bien para pieles sensibles y envejecidas. Además, el antioxidante calma el proceso inflamatorio del cuerpo y reduce el enrojecimiento y la irritación.
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