¿Te ha pasado que hay personas con las que convives un rato y te dejan agotado? Estas personas son conocidas como vampiros energéticos y se encargan de absorber nuestra energía, vibración y básicamente nuestra vida. Muchas veces pasamos el tiempo intentado descifrar a qué se debe tanto cansancio, recordado cada cosa que hicimos, pero no volteamos a ver a quienes vimos.
También he notado que últimamente este sentimiento de agotamiento ha aumentando. Tal vez, se deba a la situación que estamos atravesando… un momento de caos, enfermedad, hartazgo y miedo que experimentamos todos día con día.
Efectos que nos provocan
- Inestabilidad emocional
- Alta tensión
- Insomnio
- Fuerte dolor de cabeza
- Depresión
- Cólera
Detéctalos
- Vampiros de voz: hablan demasiado, sus palabras nos consumen.
- Quejumbrosos – víctimas: dicen que todo lo malo les pasa a ellos, se quejan más de lo que actúan.
- Agresores – intimidantes: se llevan nuestra energía con enojo y palabras fuertes.
- Invasores y halagadores compulsivos: al incomodarnos y estar demasiado cerca, bajan nuestras barreras energéticas haciéndonos vulnerables.
- Parásitos ancestrales: masa de pensamiento colectivo que nos recuerda tristeza, dolor, enfermedad, carencias.
Evítalos o aléjalos
- No dejes que abusen de tu atención, pues la atención es una forma de dar nuestra energía a la otra persona.
- No te rodees de chismes que generen mala vibra hacia ti u otros.
- Huye de quién desvalore tus palabras, pues creen que no eres tan importante como lo que acontece con ellos.
- No te desgastes con personas que nada les parece bien, di adiós a los pesimistas.
- Marca tu límite, está bien pedir tu espacio personal.
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