Por Regina Lázaro.
A primera vista, la idea de una impresora 3D para comida suena ridícula. Lo cierto es que Natural Machines, ha desarrollado una impresora que utiliza los alimentos, en lugar de plástico, como material de base para la producción.
Foodini tiene un tamaño similar al de una impresora 3D de escritorio. Sin embargo, se puede utilizar de manera independiente sin necesidad de un ordenador con sólo elegir las recetas, a través de su pantalla táctil, y las formas específicas que se quieran preparar. Esto es posible gracias a las cápsulas que se pueden rellenar con los ingredientes que se utilizarán en el platillo, aunque hay que asegurarse de que han sido procesados lo suficiente para tener la textura y consistencia que pasará a través de los tubos de la impresora.
No sabe con precisión cómo son los alimentos producidos, pero se puede utilizar para fabricar alimentos como espaguetis, nuggets y ravioles que por lo regular se compran empaquetados. Actualmente se está llevando a cabo una campaña para financiar la producción en serie de Foodini. El pre-order de cada unidad ronda los $999 DLS.