Con el ritmo de vida moderno y la tecnología en la palma de nuestras manos, males como el ghosting se han convertido en “el pan de cada día”. Este término que describe la “desaparición” abrupta de un ser que se encuentra del “otro lado de la pantalla” ahora es algo muy familiar y que a todos nos ha sucedido en más de una ocasión.
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¿Cuántas veces te encuentras en una dinámica de mensajes de texto que van y vienen diariamente y de pronto, tu contacto deja de contestar y desaparece de la faz de la tierra? ¿Más de una? Entonces podrías ser víctima del ‘ghosting’.
Las redes sociales, los servicios de mensajería y los dispositivos móviles son los causantes de que las relaciones interpersonales hayan cambiado. Y así como éstas han cambiado, han surgido con ellas nuevos trastornos para que los humanos tengamos una vía de escape.
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¿Cuáles pueden ser? El estrés, la ansiedad y la depresión son los fantasmas que acompañan al ghosting. Lejos de ser una fantasía, estos estímulos involuntarios pueden ser peligrosos y causar severos daños a la salud de una persona.
Es una sensación o un estado emocional, que dependiendo su intensidad, desequilibra mentalmente el sistema nervioso y se puede convertir en ansiedad patológica con síntomas físicos, psicológicos y conductuales.
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El ghosting, si no lo has experimentado, es algo que conjuga: perdida y efectos emocionales como la tristeza, la ira o el miedo, mismos que se relacionan con la ansiedad. Pero, que a diferencia de una ruptura amorosa de frente, no te permite cerrar ciclos y te enfrentas a una serie de preguntas que atacan directamente tu autoestima: ¿Qué hice mal? ¿Por qué desapareció? ¿Fui yo? y así es como comienza un círculo vicioso del que muchos no pueden salir.
Con el ghosting el problema es que es una personaje virtual, con el que no se tiene contacto directo y puede eliminar su paso en el mundo con un solo click. Entonces, si eres inteligente y ya sabes que este término existe, no caigas en el juego y simplemente pasa la página.
Los consejos para no ser vulnerable y lidiar con este mal:
1. Reconocer que has sido víctima del ghosting – Es difícil, pero cierto. Cuando lo reconoces evitas tener falsas esperanzas.
2. Aceptación – La ruptura de ninguna relación es fácil, así que debes aceptarlo y comenzar el proceso de sanar.
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3. No ‘stalkear’, ni buscar a la persona que te dejó – No deberas monitorear ninguna de sus redes sociales, ni llamar, ni buscarlo por ningún medio. Debes ocuparte de ti y dejar la curiosidad para algún aspecto de tu vida mucho más favorable.
4. Debes entender que NO es por ti – A veces la decisión es que simplemente esa persona no estaba lista, no quería una relación o quiso evadir por completo el enfrentamiento. Créelo, no necesitas a nadie así en tu vida. Las cosas claras.
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5. Concéntrate en ti – Después de ser víctima del ghosting, solo será cuestión de que pongas toda tu energía en ti mismo. Eso hará que te recuperes más rápido de lo que crees y continúes con tu vida, más feliz que nunca.
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