Todos sabemos que The Beatles fue un grupo reconocido por su espiritualidad. A pesar de que usaban todo tipo de drogas, se sabía que eran artistas que buscaban significados más profundos a la vida. Pero específicamente, George Harrison se distinguió por ser quien indujo al grupo a la meditación y por ser el que más fiel se mantuvo a la práctica y a la espiritualidad.
En febrero de 1967, Pattie Boyd, la esposa de George Harrison, que buscaba espiritualidad en su vida, se encontró con un anuncio en un periódico de clases de meditación trascendental. Boyd le contó a su esposo y él también se interesó en el tema. En agosto de ese mismo año, los Harrisons, junto con los otros miembros de los Beatles, asistieron a una conferencia que Maharishi Mahesh Yogi daba en Londres.
En los siguientes días lo siguieron en otras ciudades y aprendieron su técnica para meditar. George Harrison dijo: “Buscaba un mantra. Había llegado al punto en que pensé que me gustaría meditar; Había leído sobre eso y sabía que necesitaba un mantra: una contraseña para llegar al otro mundo. Y, como siempre parecía que hacíamos todo juntos, John y Paul vinieron conmigo.”
Fascinados por la filosofía y el método que les enseñó Maharishi, el grupo viajó a su ashram en el norte de India donde se quedarían por algunas semanas a inicios de 1968. De todos los Beatles en el ashram, Harrison y Lennon fueron los más comprometidos con la disciplina de la meditación. Cynthia Lennon dijo en el libro de Bob Spitz The Beatles que para John, nada más importaba cuando se trataba de la mediación, y agregó que “John y George estaban [finalmente] en su elemento [en el ashram]. Se entregaron totalmente a las enseñanzas del Maharishi, estaban felices, relajados y, sobre todo, encontraron una parte de la mente que les había sido negada durante tanto tiempo”.
George Harrison sintió que tanto la meditación como el Maharishi tuvieron un impacto en su vida. “El zumbido de la meditación es increíble“, le dijo a Paul Saltzman. “Llego más alto que nunca con las drogas. Es simple … y es mi forma de conectarme con Dios “. Además, Harrison hablaba muy en serio del propósito de la banda en el ashram. “Era bastante estricto“, dijo McCartney más tarde sobre Harrison en The Beatles Anthology. “Recuerdo que hablé del próximo álbum y él decía: ‘No estamos aquí para hablar de música, estamos aquí para meditar’. Oh, sí, está bien, Georgie Boy. Cálmate. Se necesita sentido del humor aquí, ya sabes. De hecho, me encantó estar allí “.
Después de sus experiencias en India, la música clásica india se volvió muy importante para George Harrison porque lo conectaba con los valores espirituales indios y la integró a la música del grupo. Tocaba el sitar y fue pupilo de el pandit Ravi Shankar con quien después hizo colaboraciones. Otros instrumentos además del sitar, como la tabla y tamboura se abrieron paso hacia su música para reflejar las experiencias espirituales indias que inspiraron nuevos conceptos líricos del cuarteto.
Harrison continuó su exploración interna por años y años como bien era conocido como el “Beatle silencioso”. Decía que siempre se dirigía hacia su interior y causó impacto en otros. En 2011, el director Martin Scorsese hizo un documental que sigue la historia de George Harrison desde sus primeros años en Liverpool, el fenómeno de la Beatlemanía, sus viajes a la India, la influencia del movimiento de conciencia de Krishna en su música y su relevancia e importancia como miembro de los Beatles.
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