La mayoría de nosotros puede que tengamos una o varias botellas de vino guardadas para una ocasión especial; sin embargo, desconocemos si el tiempo, temperatura o luz pueden afectarle. Por fin resolveremos si la luz puede dañar una botella de vino.
Si al abrir la botella detectas que su olor ha cambiado, algo como cebolla, metal, vinagre o humedad, lamento decirte que ha sufrido la «enfermedad de la luz del vino».
¿Qué es la «enfermedad de la luz del vino»?
Se trata de un daño irreversible que afecta a todas esas botellas que fueron almacenadas de forma incorrecta. La «Enfermedad de la Luz del Vino» es la desencadenante de un proceso químico natural que arruina la delicia del líquido y su equilibrio de sabores dentro de la botella.
La responsable de este fenómeno es la vitamina B2 y es fotosensible. Básicamente los vinos criados sobre lías lo tienen pero ¿qué son? las lías es la materia sólida que queda en el fondo del depósito de vino tras la fermentación, materia formada por levaduras muertas y otras sustancias en menos medida como bacterias.
Se produce o aumenta la presencia de algunos componentes como la riboflavina o vitamina B2 que reacciona a la luz natural o artificial que inicia una reacción química alterando los otros componentes de la fermentación oxidándolos y dañando al vino en general.
Puedes detectarlo a simple vista porque el color cambia, también el aroma y hasta la consistencia. Es mucho más común que suceda en vinos blancos, rosados, espumosos y algunos tintos. Sobre todo en aquellos que tengan la botella transparente.
Para que no suceda la única recomendación es controlar la exposición a la luz natural o artificial de las botellas o comprar vinos que tengan botellas no transparentes para darle una protección extra y que no le afecte al líquido.
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