En la industria de la belleza vemos muchos cambios gracias a la tecnología. Poco a poco vamos quitando la conocida frase de “La belleza duele” para darle paso a tratamientos que nos ayudan en nuestra salud física, mental y emocional sin pasar por algún tipo de dolor. Así sucede con Emface, un procedimiento para tensar la piel del rostro sin agujas.
El paso del tiempo es inevitable y nuestro rostro es uno de los primeros en notarlo -sufrirlo-. La piel naturalmente se vuelve más flácida y tiende a caer ligeramente. Los expertos en salud y belleza han trabajado por varios años para ofrecer tratamientos libres de dolor y lo menos invasivos posibles.
BTL Aesthetics, uno de los principales fabricantes de dispositivos médicos estéticos en el mundo, presenta su última creación llamada Emface que consiste en un parche que se coloca en frente y mejillas que durante sesiones de tan solo 20 minutos te ayudarán a tratar simultáneamente la piel y los músculos sin usar agujas.
¿Cómo funciona Emface?
Emface utiliza energías sincronizadas de radiofrecuencia y HIFES emitidas al mismo tiempo. El calentamiento por la radiofrecuencia aumenta las fibras de colágeno y eastina mientras que HIFES emite miles de pulsos para contraer los músculos faciales que termina tonificándolos.
¿Qué es HIFES? Se trata de una estimulación eléctrica patentada de alta intensidad utilizada en procedimientos de belleza. Esta energía junto con la radiofrecuencia funciona de manera simultánea para reducir arrugas, rellenar volúmenes y tensar la piel trabajando el conocido como “Triángulo de la juventud”.
El “Triánguno de la juventud” se refiere a la caída natural del rostro, la base son nuestras mejillas que caen por la gravedad, paso del tiempo y flacidez. Con este procedimiento se busca invertir el triángulo dejando la base en las sienes, mostrando un rostro estirado y tenso.
Este procedimiento es no invasivo por lo que no requiere recuperación ni tiempo de inactividad, contrario a otros procedimientos de belleza. ¿Cómo se siente? son movimientos a los que nuestro rostro no está acostumbrado, al principio es extraño pero la clave es respirar e intentar relajarse, luego te acostumbras.
Estarás recostado y sentirás calor en la zona. Son solo 20 minutos que al pasar las sesiones será más fácil. Los cambios son notorios de inmediato pero los mejores resultados saldrán entre cuatro y seis semanas después del tratamiento.