Parece difícil de creer pero estando acostado es posible ejercitar el cuerpo, claro no de manera exhaustiva como en el gimnasio. Pero es por medio de la respiración, que el músculo se entrena y se va moldeando poco a poco. Uno de los ejercicios más sencillos es, respirar profundamente para después retraer el abdomen como si el ombligo quisiera tocar la espina dorsal. Sosteniendo esta posición por 20 segundos, y llevándola a cabo al menos 3 veces por la mañana, los resultados pueden ser visibles unas cuantas semanas después.
Para complementar esta actividad, se recomienda tomar una postura derecha, elevar las piernas hacia el cielo y mantener el abdomen firme y contraído, por al menos 15 segundos. Después será necesario bajar lentamente las extremidades y repetir esto unas 5 veces.
Una vez terminados estos sencillos ejercicios, estirarse es una gran opción para recuperar la energía y comenzar el día.