Empezando el siglo XXI comenzó una nueva oleada de rock mexicano. Distinto al sonido de los noventa protagonizado por Café Tacvba, Fobia y hasta Caifanes. Este sonido también tomó forma por la influencia de Estados Unidos, pero más allá del rock tradicional, el pop, la electrónica y otros géneros comenzaron a dar paso a algo realmente único en el país.
En un mar de bandas que nacieron en la “nueva escena” del rock, Porter destacó por ser distinto a todas las demás. Su sencillo, Espiral, impulsó a la banda de Tijuana y rápidamente en la Ciudad de México todos estaban esperando a esta banda revelación. Fue ahí donde su EP Donde los ponys pastan llegó al mercado y cumplió la vana profecía que siempre se hace referente al rock: aquí estaban los nuevos salvadores.
El disco de corta duración contiene siete canciones, dos de ellas instrumentales y no alcanza los 28 minutos. Sin embargo, desde Espiral la gente estaba ante algo que no esperaba. Letras surrealistas, un tono de voz muy, muy agudo por parte de Juan Son y música psicodélica que mezclaba elementos de rock, pop e incluso lo-fi hicieron que la canción de más de 5 minutos fuera una de las favoritas de la gente, sin embargo, al llegar al show en vivo, la banda se consagró.
Si la música anunciaba algo nuevo y su video destacaba por esa particularidad. En una época donde los videos musicales aún eran de gran importancia, muchas bandas mexicanas tenían que hacer magia con su presupuesto y eso se nota en el video de Espiral. Pero cuando Porter comenzó a dar conciertos, todos quedaron fascinados por la experiencia. La ejecución de todos los músicos sobresalía sobre la de muchas otras bandas, el sonido casi siempre era bueno y la presencia de la banda era innegable.
Juan Son siempre salía con algún disfraz que lo hacía ver como un genio o un loco. Desde una botarga de helado o de Bob Esponja, hasta una camisa creada a partir de una bolsa de plástico de Sanborns. Juan Son parecía un extraterrestre dispuesto a mostrarnos la música de su planeta, y en esos shows, canciones como Girl, Daphne, Bipolar y No te encuentro se convertían en algo mucho más grande de lo que había en el disco de estudio.
Porter se mantiene vigente. A pesar de la partida de Juan Son después del segundo disco, la banda demostró que él sólo era parte de la genialidad del grupo y han mantenido una gran carrera, sin embargo, hace más de 15 años, cuando entraron en escena y demostraron que podían hacer algo completamente único, Porter fue la banda revelación de un país que comenzaba a tomar un nuevo camino en la música. Hoy esa época ya se ve lejana, pero su eco permanece.