Coldplay lanzó su octavo disco en un punto decisivo de su carrera. Los ingleses son una de las bandas más grandes del mundo y lo saben, pero no por haber caído en la pretensión y la falsedad, sino porque así como otra gran banda inglesa lo hizo hace unos sesenta años, aprendieron que su música puede llevar un mensaje que conjugue los intereses de la sociedad contemporánea.
A diferencia de los discos anteriores, odas a la tristeza o la alegría, Everyday Life es un pastiche de temas: fe, migración, racismo, brutalidad policiaca, amor, dolor y mucho más, pero a diferencia de muchos, Coldplay ha crecido para darle sentido a cada tema en canciones que se entrelazan de manera orgánica en un disco doble separado en “amanecer” y “atardecer”.
Eso no es todo, el cuarteto conoce su lugar en cada tema que toca, por lo que la lista de invitados en este disco es extensa. Desde sampleos de Alice Coltrane, afrobeat nigeriano, cantos en árabe, francés, español y más, la banda buscó experimentar valiéndose de voces, manos e ideas ajenas a ellos.
El resultado es Everyday Life, el mejor disco de Coldplay desde Viva la Vida –donde sí lograron un buen concepto, no como en los siguientes discos que intentaban ser algo que no tenía forma–. Una sinfonía multicultural encabezada por la banda donde podemos escuchar temas que nos remiten al Coldplay clásico como en “Church”, uno de los mejores temas del disco donde se nota el proceso de maduración pero que también los ha convertido en expertos en este tipo de canciones.
También se nota una experimentación sonora mucho más alejada de la idea de himnos de estadio con los que parecían obsesionados en el último disco –aunque estas no faltan en canciones como “Champion of the World” o “Everyday Life”–, canciones como “Trouble in Town” juega con elementos de los primeros discos, pero el sonido no sólo es más sutil, las letras son realmente poéticas y utilizan un audio que comprueba la brutalidad policiaca que se vive en gran parte del mundo para hacer explotar la canción.
Sin duda Coldplay ha llegado tan lejos por ser una banda que complace, y durante los últimos discos su fama ha crecido por ese motivo, pero con Everyday Life han optado por hacer algo realmente suyo, se trata de un trabajo íntimo con un mensaje universal, que casualmente suena a algo que a todos nos gusta, se trata de un disco que nos recuerda que Coldplay siempre puede sorprendernos una vez más.