Mientras más avanza la ciencia para el cuidado de la piel, hay más presentaciones de productos con diferentes objetivos. Por ejemplo, dos de las más populares de hoy en día son los tónicos y las esencias. Ambos son líquidos y son parte esencial de una rutina de día y/o de noche, pero, ¿sabes específicamente para qué funciona cada uno? ¿Conoces cuáles son las diferentes entre ellos?
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Comencemos por el tónico. Después de lavar la piel del rostro pierde el balance de su PH por los ingredientes (necesarios) del jabón, entonces su función es el equilibrar su nivel de hidratación y prepararla para recibir los ingredientes de los productos que siguen en nuestra rutina que ayudarán a su reparación. Es muy importante su aplicación, especialmente en las noches, para que la piel se renueve al máximo.
Y ahora la esencia. Ésta se usa justo después del tónico y se trata de una especie de suero de una densidad más ligera, pero con ingredientes igual de poderosos que pueden complementar lo que apliques después. Su textura debe ser muy líquida (menos que el tónico pero más que un suero regular), que es ideal para pieles sensibles, y se absorbe super rápido.
Entonces, en una rutina básica el orden debería ser el siguiente:
Limpieza > tónico > esencia > suero > crema humectante
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