La última dieta en tendencia, conocida como carb backloading, tiene como protagonista los carbohidratos. Busca mantener la masa muscular y por ello permite a quien la lleva a la práctica, el consumo de pizza y pasta durante la noche, luego de hacer ejercicio.
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Sin embargo, para los expertos surge la teoría de que no sea lo más efectivo para perder peso, ya que durante el día evita o mantiene el consumo mínimo de carbohidratos y después la sobrecarga de éstos al terminar el día. Esto causa que no se produzca insulina durante la mañana y el cuerpo no tenga la glucosa necesaria para alimentar el tejido adiposo. Así que, al llegar al gimnasio se entrena con el mínimo de “combustible” para “quemar más grasa” y al llegar la cena se le premia con todos estos alimentos ricos en carbohidratos, que en realidad el cuerpo usará para alimentar el músculo.
El inconveniente principal es que al privar los músculos por tantas horas de carbohidratos puede provocar fatiga, principalmente en atletas de alto rendimiento o aquellos que tengan una mayor actividad física en sus entrenamientos. Los carbohidratos se convierten en combustible y si no los consumes, probablemente este régimen alimenticio estará destinado al fracaso.
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Claro, sí habrá una reducción de peso al realizarla, pues al limitar la ingesta de carbohidratos, la dieta funciona para perder peso rápidamente. Pero, como en todo tratamiento alimenticio al que una persona común o un atleta se somete, es necesario adaptarla al metabolismo y consultar a expertos para realizarla con las medidas de salud necesarias. De esta manera evitarás una descompensación que tu cuerpo puede reclamar con esos kilitos de más o padecimientos a futuro.
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