Bien dicen que una sonrisa perfecta vale oro y es que nada iguala el sentimiento de tener los dientes blancos y perfectos. Lograrlo no es nada fácil pues las personas que la tienen probablemente han pasado años bajo tratamientos de un odontólogo y han invertido tiempo y dedicación en el cuidado que le dan a su boca.
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Para acelerar el proceso y tener una dentadura envidiable, durante los últimos años se ha puesto de moda recurrir a las famosas carillas. Para los que no saben, estas son dientes hechos de porcelana o cerámica que se pegan en la parte externa de los dientes creando una notable mejoría en nuestra sonrisa.
Sin embargo, este tratamiento puede llegar a tener repercusiones y existen varias cosas que se deben tener en cuenta antes de hacértelo. En primer lugar, debes saber que para colocarlas es necesario tallar tu diente y hacerlo más delgado y pequeño. Muchas veces se requiere anestesia local para hacer el tallado ya que puede resultar bastante molesto.
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Además, este limado puede hacer que sientas mucha más sensibilidad con la temperatura de los alimentos. Debes considerar que no son para siempre y que si una se rompe es necesario volverla a hacer.
Por suerte, también hay buenas noticias pues las ventas que obtendrás son enormes. Tu sonrisa perfecta se verá natural y blanca. La porcelana también funciona como escudo para nuestra dentadura y la duración de estos modelos son de largos plazos.
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Así que si planeabas someterte a este tipo de tratamiento y estabas buscando una solución a tu dentadura, las carillas pueden ser una gran opción siempre y cuando lo hagas con gente profesional y preparada.
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