El 28 de junio la gente sale a las calles (o esa es la norma antes de la pandemia y algo que se retomará cuando sea seguro para todos) para celebrar el Día del orgullo LGBTQ+. Para muchos es un día de celebración y fiesta, se pueden ver banderas, disfraces, colectivos cantando y uno que otro carro alegórico de las marcas más grandes mostrando su “apoyo” y subiéndose a cualquier movimiento en el que puedan vender un poco más.
El día del orgullo o PRIDE, como muchos le llaman, no excluye la felicidad y las celebraciones, después de todo siempre es bueno visibilizar el amor en todas sus maneras, pero este día no inició como una celebración, sino como un disturbio en Stonewall, Nueva York.
Durante el siglo XX la sexualidad heteronormativa logró posicionarse como nadie lo esperaba. La historia ha sido bastante homofóbica e intolerante, pero a pesar de eso, siempre podemos encontrar documentos que muestran que las relaciones LGBTQ+ han existido, pero con el dominio de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial y el miedo de la propagación del comunismo en el mundo, la comunidad LGBTQ+ comenzó a sufrir un verdadero golpe por parte de “mundo libre”.
De acuerdo a Acento.mx: El punto más álgido llegó a finales de los años 40. Era la época en que el senador McCarthy inseminaba a Estados Unidos de temor hacia el comunismo. Fue en dicha paranoia de la Guerra Fría que hombres y mujeres homosexuales, así como personas de género no conforme o binario, fueron vistos como seres corruptibles y de fácil manejo para los comunistas.
Entre 1947 y 1950, mil 700 solicitudes federales de empleo fueron denegadas, 4.380 personas fueron expulsadas del ejército y 420 fueron despedidas de sus trabajos en el gobierno, por ser sospechosos de homosexualidad u otra «perversión». Hacia los los años 60 el hostigamiento fue insostenible. El FBI mantenía un registro de personas conocidamente homosexuales y les asediaba a donde quiera que fuesen. Asimismo, se clausuraban bares o cafés donde mujeres, hombres y otros miembros de la diversidad sexual se reunieran.
Se corrían campañas para expulsarlos de barrios, escuelas, trabajos y otros lugares públicos. En 1952, la Asociación Americana de Psiquiatría sumó la homosexualidad al Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM) como un trastorno mental.
Esto vino acompañado de boicots y muestras de rechazo a la política homofóbica del gobierno. Eventos como los disturbios en el de Cooper Donuts en 1959, el del restaurante Dewey’s en 1965 o la Black Cat Tavern en 1967 son antecedentes que deben manternerse en nuestra memoria. Sin embargo, durante los años sesenta, estos eventos ocurrieron de manera paralela mientras la comunidad afroamericana luchaba por los derechos civiles y la segunda ola del feminismo daba paso a nuevos movimientos, es así como llegamos al 28 de junio de 1969.
Stonewall Inn era un bar en el Greenwich Village de Nueva York conocido por dar apertura a minorías, gays, lesbiana, bisexuales y más. Al ser operado por la mafia, era considerado un lugar donde no debías temer por la sociedad homofóbica, sin embargo, durante la madrugada del 28 de junio, la policía realizó una redada en el lugar.
Tras años de lucha por los derechos civiles, hostigamiento a una comunidad que sólo quería vivir en paz y el incesante acoso de un sector que controlaba a todos, los asistentes del bar comenzaron a defenderse y el asunto escaló hasta convertirse en un verdadero caos. 13 personas arrestadas, cuatro policías heridos, y un bar destrozado dieron paso a una rebelión abierta. Después de ese día, el Village se convirtió en un cuartel para una comunidad que ya existía pero que se unía por la urgencia.
Stonewall fue la gota que derramo el vaso. Durante los días siguientes los enfrentamientos con la policía continuaron, pero a pesar de la represión, ahora la gente estaba unida. Nacieron distintos colectivos activistas y la lucha LGBTQ+ se hizo mucho más visible. Fue el 28 de junio de 1970 que se dio la primera marcha del orgullo en Nueva York y Los Angeles y poco a poco se fueron dando en más lugares. En México fue el 26 de julio de 1978 cuando en una marcha por el aniversario de la Revolución Cubana, el Frente de Liberación Homosexual consignaba que sin liberación sexual no habría liberación social.
Sin embargo en México también existen antecedentes, el más conocido es el “baile de los 41” de 1901 que ahora puedes conocer a fondo en la película del mismo nombre en Netflix. Oficialmente, la primera marcha del orgullo en México sucedió en 1979, sólo nueve años después de la primera que sucedió en Nueva York y LA y 11 años después de Stonewall. Desde entonces esta marcha se ha convertido en una de las más importantes del país y cada año que sea 28 y la gente tome las calles, no dejes de celebrar, pues debemos demostrar que el amor siempre gana, pero tampoco olvides que no se trata de una fecha en donde se debe recordar que la lucha por los derechos de todas las personas es algo que se mantiene vigente, que aún hay mucho por hacer y que más allá del 28 de junio, todos los días debemos buscar cambiar al mundo.
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