Todos en algún punto de nuestras vidas hemos sentido tristeza, enojo, ira o algún sentimiento que nos molesta en nosotros. El sentir emociones que no estamos acostumbrados hace que no sepamos cómo manejarlas y terminemos en un choque estelar de sentimientos encontrados dentro de nosotros. Todo por no normalizar la importancia de hablar sobre salud mental.
Las personas se preocupan por su salud física para tener un buen cuerpo o evitar enfermedades pero nadie se preocupa por su salud mental. Le quitan importancia a algo muy importante ya que una persona para estar bien y sentirse plena, debe de conectar con cuerpo y mente. Cuidar de las emociones es una manera de demostrarnos amor propio.
El 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental y muchas personas se suman a causas para hablar del tema. Eso es genial pero no solo se debe de hablar de ese tema un día. Cada día es un aprendizaje de la persona que somos y hay que enseñar a los demás a expresarse un poco más. Esta bien no estar bien algunas veces y el experimentar cualquier emoción nos hace ser más humanos.
Para entender un poco mejor, la OMS define a la salud con un término singular, hace referencia a un estado de bienestar completo ya que interfiere la parte mental, físico y social. No es solo estar bien sin enfermedades, es ser consciente de lo que necesitas para sentirte bien contigo mismo.
Es normal que cada persona piense y sienta diferente ya que influye su contexto social, biológicos y psicológicos en la manera en la que le afecta en temas de salud mental. Es normal que cada persona lo exprese y viva de diferente manera, muchas veces queremos comparar lo que sentimos o nos pasa con algo que le pase a algún amigo y es un error. Cada persona lleva un proceso diferente en el que buscamos conectar con nuestras emociones de manera de sentirnos bien para alcanzar una buena salud mental.
Para ello, se debe normalizar el ir a terapia, muchos lo ven como algo aterrador y es todo lo contrario. Las personas que toman la iniciativa de ir, demuestran su madurez y una gran prueba de amor propio hacia ellos por querer encontrar un balance para entenderse mejor. El ir a terapia no significa que estes “loco”, significa que quieres conocerte mejor y poder hacer conciencia de tus acciones para tener mejores hábitos.
Para mantenerte mejor puedes comenzar cambiando todos esos hábitos malos. Da el primer paso comiendo balanceado, comer rico no esta peleado con ser saludable. Existen muchas alternativas en las que puedes hacer un cambio que te haga sentir mejor. El realizar ejercicio diario también ayuda pues liberas toda esa energía que tienes dentro y ayuda a quitarte el estrés. Él comenzar el día meditando al menos 10 minutos es una manera de empezar agradeciendo y sintiendo una paz mental en todas tus actividades.
Sí eres consciente de lo que experimentas cada día. Te das cuenta de lo que necesitas. Rodea todo tu contexto de personas que te sumen y te hagan querer ser mejor. Si haces eso te sientes bien y con una mejor actitud positiva en la que buscas crecer y brillar. No te estas preocupando por lo malo. Todo es la forma en la que lo veas y lo vivas, si piensas que te va a ir mal así será. Aleja toda esa energía negativa de ti.
La salud mental es muy importante para mantenerse conectados en cuerpo y mente. Aunque no lo creas es fácil cambiar esos hábitos malos y vivir la vida que deseas realmente. Todo es como lo veas, si quieres hacer un cambio HAZLO. No solo dejes que quede en palabras. Normalizar el hablar de salud mental es algo que debemos trabajar cada día. ¡El cambio empieza por nosotros mismos!
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