Las abejas son muy importantes para el planeta especialmente para los humanos. Mucho más de lo que imaginamos. Sin ellas simplemente nuestra existencia sería diferente. Nos quedaríamos sin alimentos por un colapso en el ecosistema.
Ok, son seres que podrían ser molestos porque una picadura podría incluso hasta quitarnos la vida. Muchos han optado por eliminarlas para evitar ser agredidos pero en realidad si ellas desaparecieran nos afectaría mucho más a nosotros. Estos pequeños animales cumplen un papel fundamental en el ciclo de la vida por la polinización de innumerables plantas y vegetales con los que animales y humanos nos alimentamos.
Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas, hay 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos de todo el mundo. El 71% de ellos se polinizan con las abejas.
El 84% de las 264 especies de cultivo y cuatro mil variedades de vegetales existen gracias a ellas. Los expertos aseguran que en caso de extinguirse al humano le quedarían solo cuatro años de vida.
El camino va así: sin abejas no hay polinización, sin polinización no hay hierbas ni animales y como consecuencia, no habría humanos.
Las abejas están muriendo
Estamos en un estado de emergencia que nos obliga hacer algo por mantenerlas y protegerlas. En Estados Unidos ya están viviendo las consecuencias. Desde el 2012 se redujo considerablemente (más o menos un 60%) la población de abejas por el abuso de pesticidas y herbicidas de los agricultores.
De igual forma están desapareciendo por algunos parásitos que las enferman y acaba con colmenas enteras. El cambio climático también les está afectando así como la contaminación excesiva en el aire. El 20 de mayo es el Día Mundial de las Abejas, un momento para crear conciencia sobre la importancia de esta especie, la contribución con el planeta -sobre todo con nuestra alimentación- y la concientización de su protección.
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