Puede ser el caso de muchos en la actualidad, que constantemente buscan convertirse en Instagram influencers y por eso hacen hasta lo imposible por lucir sus mejores prendas y estar en los mejores lugares, con la única intención de conseguir fotos que generen ‘likes’. Sin embargo, ella tuvo el valor de admitirlo en una entrevista a The New York Post: “Nadie hablaba de [las] finanzas en Instagram”.
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Lissette Calveiro de 26 años se mudó de Miami a Nueva York para ser parte de un intership. Así fue como comenzó su sueño al estilo “Sex and the City” con ropa de diseñador, desayunos costosos y viajes que casi la dejan en la ruina.
Su intership únicamente pagaba transportación y se mantenía un trabajo de medio tiempo, por lo que comenzó a utilizar sus ahorros para poder sobrellevar este glamoroso estilo de vida a través de la pantalla. Calveiro acumuló una deuda de $10,000 dólares, casi 200 mil pesos y ésta ascendería más y más.
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¿La razón? @lissettecalv –como la puedes encontrar en Instagram– le dijo al NYP que iba de compras para no repetir un outfit y gastaba alrededor de $200 dólares al mes. También derrochaba en artículos de diseñador (como un bolso vintage Louis Vuitton que le costó $1,000 dólares) y se iba de viaje a destinos exóticos como Las Bahamas o solamente para ir a un concierto, como lo hizo en 2016 cuando fue a Austin de ida y vuelta (para una presentación de Sia) y pagó $700 dólares por el boleto de avión.
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Su historia no llegó a puntos tan críticos y afortunadamente pudo reivindicarse. Tras 14 meses, por fin lo logró y obtuvo un trabajo como PR en Manhattan, pero aún mantiene el control de sus gastos y menciona que trata de dar una lección a todos con su propio ejemplo. “Pude haber invertido ese dinero en algo más” dice la hashtag enthusiast,”Encuentro más significado en lo que hago. Regresé a ser más auténtica”. La pregunta aquí es: ¿cuánto casos más como el de Calveiro existirán?