Las relaciones, sobre todo sentimentales, parecen el tema más complejo (y viejo) en la vida de las personas. Al respecto hemos visto libros, series y discusiones de muchas horas con tu círculo de amistades para entender qué pasa entre dos personas que se conocen, tienen algunas citas y luego pueden o no prosperar hacia algo más concreto. Pero dentro de ese universo de posibilidades, hay una que vale la pena tratar: submarining. ¿Sabes de qué se trata? O peor aún, tal vez te lo han aplicado. Aquí te explicamos para ver de qué lado estás en este mundo de las parejas.
¿Qué es el submarining?
Como buena parte de los conceptos de las relaciones amorosas, este surgió en las redes sociales hace varios años justo para describir una práctica tóxica que las personas suelen hacer cuando salen con alguien. Pero antes de llegar a él, empecemos con uno que quizá ya te es familiar y sería algo así como la fase previa del submarining: imagina que conoces a alguien, platican (por redes o en vivo), parece que tienen interés mutuo y de repente él o ella desaparece sin dar explicaciones ni razones de este actuar.
Esto es ya bien conocido como ghosting, es decir, desaparecer como un fantasma, y es catalogado como algo muy común que puede ir desde dejar en visto los mensajes hasta dejar de buscarte completamente. Pero si esa persona regresa de repente con el mismo objetivo amoroso, después de un tiempo, como si nada hubiera pasado, entonces está haciendo submarining.
Esta practica retoma esa idea de un submarino: ocultarse, desaparecer y luego volver después de un tiempo. La clave de este comportamiento es que no hay explicaciones de las acciones previas, así que es muy probable que esa persona no haya cambiado y en cualquier momento vaya a aplicar otro escape al estilo ghosting.
¿Por qué no debes recurrir al submarining?
Si bien es válido buscar a una persona luego de un tiempo de estar alejados, el comportamiento más positivo es que se haga con una explicación, de lo contrario, no servirá de mucho. Y en caso de que tú permitas que la gente vaya y vuelva sin causa aparente, entonces podrías empezar a generar cierta dependencia emocional. De hecho, especialistas creen que estas prácticas poco responsables pueden incidir en la confianza de la gente, así como en la salud mental.
Recurrir a una práctica como esta, u otras de las varias acciones tóxicas que surgen en una relación, solo podría evitar que tengas vínculos más sanos, duraderos y verdaderamente positivos para tu persona.
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