Disco de la semana: Pinups de David Bowie

¿En qué momento se decidió que David Bowie era un genio? Tal vez durante su paso en las escuelas de arte y diseño de Inglaterra, quizá fue cuando publicó Space Oddity en 1969 o tal vez durante la llegada de Ziggy Stardust a nuestras vidas en 1972. Tal vez nunca sabremos cuando lo notó la gente, pero viendo en retrospectiva, podemos ver se trató de uno de los músicos que desde el inicio supo hacer las cosas como nadie.

Tal vez por eso cuando un artista hace un disco de covers se le puede tachar de un fraude, de alguien que no tiene creatividad para hacer su propia música y tiene que recurrir a la de los demás, y que peor que todo, termina por hacer un trabajo que a nadie le agrada. Pero al tratarse de Bowie, quien en 1973 lanzó su séptimo disco de estudio titulado Pinups, terminó colocando su disco como el mejor álbum de covers de la historia.

El disco fue lanzado solo seis meses después de Aladdin Sane, su sexto disco de estudio y se dice que fue para complacer a la disquera. Recordemos que durante los años setenta los artistas no podían faltar a ni un lineamiento de su contrato con las disqueras, por lo que eso no ayudó a que el disco recibiera buenas críticas, pues muchos lo veían como un compromiso y no una verdadera obra de arte.

Lo que no se tenía en cuenta es que incluso con la bandera de ser un trabajo por obligación, Bowie podía tomar las melodías que lo moldearon, llenarlas de su nostalgia e ingenio y darles nueva vida de manera original. Here Comes the Night podía ser conocida por Them y Van Morrison, pero desde 1973 la canción le pertenece a Bowie, lo mismo sucede con Shape of Things de The Yardbirds o Sorrow de The Merseys.

Otras canciones, como I Wish You Would de Billy Boy Arnold o See Emily Play de Pink Floyd pueden no llegar a la altura de las originales, pero con el estilo de Bowie sí tienen una nueva vida dividida que no tiene que competir con la versión original, sino que se va por un camino distinto y el resultado es sorprendente.

Tal vez Pinups no fue el disco revolucionario que hoy escuchamos, tal vez también pecamos de nostalgia para sentir que se trató del trabajo de un genio que podía entregarnos lo mejor sin siquiera presionarse, pero la realidad es que hoy Pinups se mantiene como uno de los discos de covers más importantes de la historia y una de las razones por las que Bowie es una leyenda en todos los sentidos.