Cuando adquirimos un producto para el cuidado de nuestra piel, le prestamos mucha atención a la calidad y marca del producto pero no tenemos idea que hay otros factores que tenemos que tomar en cuenta.
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Existen una gran variedad de cremas que nos prometen firmeza, frescura y una piel radiante por lo que solemos confiar en ellas a “ojos cerrados” pero ignoramos que la efectividad de estos productos también depende de los cuidados que nosotros tengamos para su almacenamiento.
Las cremas anti-arrugas son extremadamente vulnerables y pierden su efectividad cuando la exponemos al aire o a la luz. Nuestra recomendación es que la almacenes en un lugar donde no este expuesta a estos factores que le pueden hacer perder las propiedades para rejuvenecer la piel.
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Al comprarla fíjate muy bien en su presentación, ya que aunque adquieras el producto con la mejor valoración de dermatólogos y expertos en belleza, si no tienes los cuidados necesarios no servirá de nada. El recipiente en la que esta empacada es clave.
La presentación ideal de este tipo de crema son los envases a presión o que están al vacío, esto logra aislar el producto y evita que se contamine con partículas no deseadas. De esta se conserva a la perfección y dura más.
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Así que si quieres tener una piel radiante sigue este consejo para elegir tu crema ideal, siempre teniendo en cuenta las letras chiquitas del producto.
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