Por Mary Gaby Hubard
Fanáticos de la caza se reunieron en el Dallas Safari Club para participar en una de las subastas más polémicas de la historia: el permiso para cazar a una especie en peligro de extinción. Los aficionados pujaron por esta “concesión” hasta alcanzar los $350,000 dólares.
El gobierno de Nambia, otorgó al comprador la licencia para cazar a un rinoceronte negro a pesar de que sólo quedan 5,000 en el mundo (1,700 de ellos están en África). Parecería una aberración ¿no? Sin embargo, es indispensable saber que absolutamente todo lo que se recaudó se destinará a la conservación y protección de esta especie. Toda la travesía del cazador será supervisada por el gobierno, y únicamente podrá tener como presa a rinocerontes viejos, que ya no se puedan reproducir para proteger a los más jóvenes y fuertes.
Como ya se podrán imaginar, el tema ha generado muchísima polémica y se ha convertido en motivo de debate entre activistas, políticos y fanáticos de la cacería. ¿Ustedes, a quién apoyarían?
Twitter: @MGHUBARD