18.5 billones de streams coronaron a Bad Bunny, por tercera vez, como Artista del año en Spotify. Al mismo tiempo, Apple Music finalmente lo reconoció en la misma categoría. Los dos servicios de música más importantes, le dieron ese premio e incluso durante su sold out en Nueva York recibió ese premio por parte de MTV, convirtiéndose en el primer latino en ganarlo. Este es el mundo de Bad Bunny, nosotros solo vivimos en él.
En el año en que Harry Styles, Taylor Swift, Kendrick Lamar e incluso Beyoncé publicaron grandes discos, Bad Bunny se mantiene como el ganador en cuanto a números. Respecto a las listas de lo mejor en cuanto a calidad, bien podría ser el número uno pero parece que muchos medios especializados aún temen que un disco completamente en español se lleve ese puesto en países como Estados Unidos o Inglaterra.
Basta con darle play a I Like It de Cardi B para notar la evolución de Benito. Ya sea por presión de la disquera o como estrategia del artista, Benito cantaba en inglés para llegar a personas que de otra manera no lo escucharían. Fast forward a 2022 y Benito tiene estadios llenos de personas que no saben español gritando “Puerto Rico está bien cabrón”.
La gira de Bad Bunny llega a su fin en un país que lo aprecia como ninguno otro. La Ciudad de México es la que más escucha al puertorriqueño a nivel mundial (sólo en Spotify tiene 4.5 millones de oyentes mensuales en la CDMX) y tal como cantaría junto a Natanael Cano “México y Puerto Rico, los que tenemos la grasa”. Benito sabe que estas fechas son tan especiales como con las que abrió el World Hottest Tour en Puerto Rico antes de embarcarse a la gira mundial más exitosa del año.
Más allá de los números, estadísticas y el crecimiento que ha tenido en todas las redes sociales, el efecto Bad Bunny es algo tangible y real. Cuando lanzó YHLQMDLG, éxitos como Safaera, La Santa o Yo perreo sola se bailaron en todas las casas pero sin público ni mucha compañía más que la que hacía cuarentena en el mismo lugar. En 2022 se celebra el perreo y el bellaqueo en las pistas de baile, en los festivales y conciertos. Después de la playa, Party y el éxito del verano: Tití me preguntó, son canciones que rompen géneros pero que incitan al perreo, a olvidar todo lo que sucede fuera y centrarnos en el cuerpo, en la música y a dejar atrás años de aislamiento por una gran fiesta.
Bad Bunny inició su historia de amor en México presentándose en León, Puebla, Tijuana y más ciudades. Su última presentación fue durante los Spotify Awards, días después de que YHLQMDLG llegara al mundo y antes de que todos entendieran el fenómeno que sería. Después vino el encierro y el ascenso impensable del cantante.
El 9 y 10 de diciembre el Estadio Azteca es algo más que un concierto, es la culminación de una gira que consagra al artista vivo más sonado en todo el mundo; es una fiesta para él, para todos en el Estadio Azteca y para los millones que han bailado al ritmo de sus canciones en todos los rincones del planeta.