El clima de verano puede hacerle algunas cosas raras a tu piel. Es una temporada donde hay que cuidarse mucho más y hay que estar pendientes de qué le sucede. Puedes quemarte con el sol, te pican los mosquitos y podrías sufrir una erupción por calor.
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Una erupción por calor es el término general para una condición médica llamada miliaria, que es una erupción de la piel que se desarrolla después de estar demasiado caliente. Es muy común en los bebés, pero no estamos exentos en la adultez.
Esta erupción por calor se produce cuando los conductos del sudor se obstruyen (por ropa, tipo de piel, productos aplicados) y el sudor no puede salir a la superficie de la piel. Entonces se queda atrapado debajo de la superficie de la piel, causando una leve inflamación o erupción.
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El sarpullido aparece generalemente en el tronco del cuerpo, pecho o brazos. Hay tres tipos de erupción por calor, aunque la más común es la miliaria crystallina, que son como pequeñas ampollas de agua (sudor) clara sobre la piel y alrededor se ve rojo.
Es probable que salga sarpullido por calor en los días húmedos, cuando haces ejercicio físico intenso o si usas demasiada ropa en un ambiente especialmente caluroso. No necesariamente sale cuando estás expuesto al sol.
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La buena noticia, es que por lo general se quita en cuanto el cuerpo y la piel se enfrían. Pero si se continúa exponiendo al sol y al calor, es posible que persista y empeore. La primer solución es tomar un baño frío y masajear la piel para liberar el calor. Si ves que sigue por días y se vuelve muy incómodo, acude al dermatólogo.
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