Así se restaura un auto de lujo hasta sus últimos detalles
Porsche Museum 962c Shell Dunlop Workshop

Un auto es una maravilla de la ingeniería, un Porsche restaurado es una verdadera obra de arte. Cuando viajas al pasado y lo traes al presente intacto, puedes sentir que el auto adquiere un nuevo sentido. Se yuxtapone ante el entorno y transforma nuestra realidad con su diseño y potencia.

El conductor Hans-Joachim Stuck tuvo que esperar casi 35 años para volver a ver el 962 C con el que ganó la disputada Supercup ADAC Würth de Alemania. Tras una restauración completa, el vehículo de carreras fue presentado en el Centro de Desarrollo de Weissach.

Este auto de 1987 que hace parte del departamento de Patrimonio y del Museo Porsche acaba de ser devuelto a su condición original gracias a un trabajo minucioso que duró un año y medio. “Es como volver a casa”, dijo sonriente Stuck, mientras pasaba la mano sobre la carrocería del vehículo. El piloto alemán solo tiene buenos recuerdos de este vehículo que lucía en su momento el número 17. “Al organizar esa reunión después de más de tres décadas, no solo hemos sorprendido a Hans-Joachim Stuck, sino que también hemos hecho un viaje en el tiempo”, dijo Achim Stejskal, Director de Patrimonio y del Museo Porsche. “La historia que envuelve al Porsche 962 C es única”.

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Han pasado tres décadas y media desde que el piloto de 70 años, ganara la prestigiosa y disputada Supercup ADAC Würth de Alemania. Fue en este momento, en plena inauguración de la categoría de prototipos de Grupo C, cuando tuvo la ocasión de probar la innovadora transmisión de doble embrague de Porsche (PDK) a ritmo de carrera, es decir, en las condiciones más exigentes. La apariencia del vehículo cambió antes de la segunda carrera, las 200 millas de Norisring, cuando Shell se incorporó como patrocinador. El auto mantuvo sus colores amarillo y rojo durante la temporada siguiente y Stuck hizo siempre todo lo posible para defender con éxito el título de la Supercup. Pero no mucho después a este 962 C se le acabaron los días de gloria sobre la pista. Fue entonces cuando comenzó su segunda vida como automóvil de pruebas en el departamento de Aerodinámica de Weissach y, más tarde, como modelo de referencia dentro de la colección de vehículos de Porsche.

Armin Burger y Traugott Brecht, de Porsche Motrsports Histórico, fueron conjuntamente responsables de la restauración del auto. “Hace aproximadamente un año y medio decidimos sacar el vehículo del almacén para llevarlo a Weissach y empezar a trabajar en él”, dijo Burger. Él y su equipo tuvieron que reconstruir muchas partes que ya no existían. “La cooperación con los otros departamentos de Porsche fue excelente. Encontramos casi todo lo que necesitábamos en un radio de solo 30 metros”, dijo Burger. Al comienzo de la restauración, invitó a Powell y Singer al legendario taller de vehículos históricos.

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“Cuando escuchas a las personas adecuadas aportando información sobre un vehículo, todo se aclara de inmediato. Aprendimos muchísimo de ellos”, agregó. Los expertos reconstruyeron completamente los bajos, cambiaron la disposición de los radiadores e hicieron muchos otros ajustes en la carrocería. Posteriormente, presentaron el trabajo final a varios medios de comunicación europeos en el propio Centro de Desarrollo de Weissach.

Stuck, que participó en el desarrollo del auto, respondió los interrogantes que le plantearon y esperó su turno para dar las primeras vueltas en la pista de pruebas. “Soy un gran admirador de la transmisión de doble embrague de Porsche y estoy orgulloso de haberla probado en el 962. Poder mantener las manos en el volante al cambiar de marcha a toda velocidad me pareció algo genial y me hizo sentir muy cómodo desde el principio”, dijo. Hoy, el cambio PDK es un elemento muy extendido en la gama de la marca. A escasos metros de la zona de pruebas, sin esperarlo, Stuck descubrió su uniforme rojo de carreras de los años 80 que, para su sorpresa, todavía le encaja a la perfección. “Para mí, el tiempo con Porsche fue el más exitoso de toda mi carrera”, dijo, mientras se ponía su casco blanco decorado con estrellas. A diferencia del 956 del que deriva, el 962 C tiene una distancia entre ejes 120 milímetros mayor y pedales que están montados detrás del eje delantero.

El 962 C hizo su primera aparición pública hace unas semanas en la Noche de Sonido digital del Museo Porsche, aunque no será la única. Durante el próximo año lo veremos formando parte de varios eventos, dentro del marco de los ‘40 años del Grupo C’. “El 962 C era uno de los pocos autos que podía pilotar de manera individual, sin compañeros de equipo y con la configuración exacta que quería. Nunca olvidas un auto como este”, concluyó Stuck, y prometió: “¡En 2022, celebraremos el cuadragésimo aniversario con estilo!”.