Algo que nos hace muy felices es que cada día existe más información y educación en el mundo de skincare, sin embargo nos falta un largo camino por recorrer. ¿Te has puesto a pensar que si te fijas en lo que comes, también tendrías que aprender a leer las etiquetas de los cosméticos? Lo que sucederá es que aprendes más sobre los productos que usas y evitas ingredientes que son nocivos para tu salud, recuerda que lo que pones en tu piel también los absorbe el cuerpo.
Es por eso que te vamos a dar algunos tips para empezar a entender este mundo y que así puedas tomar decisiones más conscientes.
La mayoría de los ingredientes en nuestros shampoos, jabones, desodorantes, cremas son impronunciables, por eso cuando vemos la etiqueta tiramos la toalla; la buena noticia es que no tienes que saber qué significa cada cosa, eso dejémoslo a los químicos y cosmetólogos.
Lo que sí tienes que saber es cuáles son los ingredientes que debes evitar a toda costa, cómo saber si el ingrediente “estrella” que promete el empaque está en mayor o menor concentración y, cuál es la concentración ideal para los ingredientes activos que le darán el valor adecuado al producto. Tristemente muchas opciones en el mercado tienen precios muy elevados cuando la fórmula no tiene ingredientes que valen la pena ese valor/costo.
Ahora sí, esto es TODO lo que necesitas saber. Toma nota y aplícalo en tus próximas compras.
Los ingredientes en las etiquetas siempre están organizados de mayor a menor concentración por lo que los últimos ingredientes en la etiqueta muy probablemente estén en un valor menor al 1%. Muchas veces el ingrediente que nos incitó a la compra es el último en la lista por lo que no aporta mucho valor, sin embargo hay que saber que algunos de éstos no pueden venir en grandes concentraciones porque serían más dañinos para la piel que benéficos, como aceites esenciales, retinol, ácido salicílico, etc.
Los 5 primeros ingredientes, la mayoría de las veces, te dirán de qué está hecho el 90% del producto, por lo que son a los que más atención tienes que ponerle. La mayoría de las veces el agua es el primer ingrediente conformando el 75% o el 95% del producto. ¡Sí, a nosotros también nos shockeo ya que a veces pagamos mucho por 95% de agua! Después de agua, vienen emolientes, preservativos y espesantes. Por ejemplo, si compras una crema que contiene aceite de jojoba para humectar la piel a profundidad y no está dentro de los primeros 5 o 6 ingredientes no va a cumplir su función.
Para saber si el producto contiene ingredientes naturales o puros químicos es que los ingredientes químicos se mencionan en inglés y los derivados directos de las plantas se mencionan en latín. Para que un producto se considere natural debe de estar compuesto en más del 90% por materias primas naturales de origen vegetal y carecer de sustancias irritantes, tóxicas o peligrosas.
Si bien estos consejos no te dan toda la información sobre las etiquetas, es un buen comienzo para entender mejor lo que estás usando. Es imposible que sepas qué significa cada ingrediente porque además, como si no fuera ya complicado, muchos parabenos, conservadores o emolientes tienen distintos nombres. Pero lo que sí puedes saber es cuáles son los ingredientes de los cuales te recomendamos que te alejes por su grado de toxicidad y contaminación, pon mucha atención.
Alcoholes desnaturalizados. También los puedes encontrar como SD alcohol, etanol y alcohol isopropílico. Si lo encuentras dentro de los primeros ingredientes te recomendamos alejarte de ese producto ya que te secará mucho la piel y puede causar irritaciones.
Fragancias o perfumes. El problema con éstos es que no están regulados por lo que representan una falta de transparencia por parte del producto y la marca. Puede significar que esa fragancia está compuesta de muchos ingredientes que podrían ser tóxicos o irritables.
Parabenos. Son disruptores hormonales y nos pueden generar desequilibrio. Considera que en un estudio científico se identificó que en el 99% de los tumores cancerígenos de mama se encontraron parabenos.
Lauril Sulfato. Este es muy común en jabones y shampoos porque es un agente espumante pero es considerado cancerígeno. Así que si tienes algún producto de limpieza que no genera espuma no te vayas con la finta de que no está limpiando, no está relacionada la espuma con la limpieza y muy probablemente te este haciendo mucho menos daño que el que genera mucha espuma.
Sosa Cáustica. Es muy corrosiva y puede causar quemaduras serias a los ojos y la piel.
Tolueno. Este es un solvente petroquímico, ¡con eso te decimos todo! Aléjate del tolueno.
Polietilenglicol. Es un emulsionante y al ser soluble en agua no es altamente tóxico, pero lo que sí es que es altamente contaminante ya que es un producto de laboratorio basado en petróleo. También se dice que posiblemente pueda ser cancerígeno. También lo encuentras como PEG.
Oxibenzona. Lo encontramos mucho en bloqueadores con filtros químicos y también afecta el sistema hormonal y tiroideo. Puede causar alergias e irritar la piel.
Triclosan. Es un agente antibacterial y fungicida por lo que puede aparecer en muchos cosméticos pero hay estudios que comprueban que perturba la microbiota intestinal además de que es cancerígeno.
En Raw Apothecary no solo nos alejamos de los ingredientes tóxicos sino que usamos puros ingredientes naturales que conformen un producto de ingredientes activos al 100%. Buscamos que los productos contengan todo lo necesario para cuidar tu piel y ver un cambio significativo sin químicos y sin contaminar.
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