Sabemos que será difícil, porque tu perro siempre será tu bebé. Pero, así como en la raza humana, a los perros hay que hablarles con propiedad y dependiendo su edad.
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No importa que sea tu “perrhijo”, un reciente estudio realizado por “Proceedings of the Royal Society B, Biological Sciences” mostró cómo el comportamiento de los cachorros y los perros adultos era diferente de acuerdo al tono de voz que se usaba.
El llamado “baby talk” con voz suave, apodos y con sílabas lentas daba mejor resultado con los perros pequeños. Mientras que los perros grandes no reaccionaba o hacían caso con este mismo tono.
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Con esto se demostró la ausencia de autoridad con la que un humano se dirigía a perros de mayor edad daba como resultado la falta de atención y por tanto, el desinterés de interacción. Entonces es cuando te das cuenta que todo tiene sentido. No significa que tu perro te ignore por cansancio, aburrimiento o porque ya está viejo. Si continúas hablándole como a un cachorro el te ignorará y con nada harás que vaya por la pelota.
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Así es como también nosotros como “amos” de estas criaturas de cuatros patas tenemos que adaptarnos a su verdadera edad biológica. Ésta la puede calcular de la siguiente manera: el primer año equivale a 15 años humanos, para el segundo se suman 9 años humanos más y cuando llega a la edad adulta cada año canino es igual a 4 años humanos.
Si tu perro tiene más de 3 o 4 años contigo, entonces es hora de cambiar la manera de dirigirte a él. De igual forma si eres de los que abrazan a los perros en la calle, más vale hablarles apropiadamente como a un “señor” o “señora”.
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