Hay veces en las que somos incapaces de controlar a nuestra mente y solo dejamos que comience a desacelerarse haciendo que todo se convierta en caos. También está la parte en la que ya es algo que nos sobrepasa y requiere de ayuda. Por eso te compartimos algunas formas de calmar a tus pensamientos y no dejar que te dominen. Eso solo trae cosas malas, es mil veces mejor aprender de lleno a tener control de cada emoción que sientas para que no te agarre por sorpresa. Es momento de encontrar esa fortaleza interna y hacer un cambio para bien en nuestras vidas.
Entre mejor logremos dominar a nuestra mente, será una mejor forma de vivir plenamente, sin sentirnos abrumados por cosas que no esta en nuestras manos. Es decir, muchas veces la mente se altera por pensamientos que no son reales, solo ideas que comienzan a crecer como una bola de nieve hasta que ya no se puede frenar. Por eso, es importante ponerle un alto cuando aún se puede, evitando que tenga que llegar a que te mediquen para poder volver a tu zen. Por más complicado que parezca es solo aprender a conocerse a uno mismo y ponerle ganas para salir adelante.
Escribir
Una forma de calmar a tu mente es dedicarle de 15 minutos a media hora a escribir tus pendientes, lista de cosas importantes que no tienes que olvidar o hasta tus ideas desordenadas para que le des claridad y no termines agobiado. Escribir es una alternativa muy buena para conocerte mejor a ti mismo y ver el progreso del primer día que plasmes todo en papel y cómo poco a poco todo va fluyendo mejor. Es importante dejarle en claro a tus pensamientos que no te puedes perder en el camino dejando que las cosas que te abruman tengan más valor a lo que realmente lo tiene.
Respirar profundamente
No por nada dicen que meditar al menos 10 minutos al día ayuda a que tengas un mejor funcionamiento. Esto se debe a que a que las personas logran oxigenar su cerebro y al mismo tiempo las hace mantenerse en el famoso “aquí y ahora”. Cuando una persona está alterada el ponerse a respirar lento y profundamente hace que puedan conectar con sus emociones y no darle poder a su mente para revelarse. Nos hace valorar todo en tiempo presente y ver que preocuparse por cosas que ni han pasado no tiene sentido alguno.
Deja tus redes sociales por un rato
Una de las causas que ha dejado con ansiedad y estrés a muchas personas hoy en día. Suelen creer que entre más tiempo pasen en redes será mejor, pero no. Solo va creando adicciones por estar conectados y querer enterarse de lo que le ocurren a todas las personas, teniendo la loca idea de que si se desconectan pasará algo importante y se lo van a perder. Por eso, eventualmente trata de ponerte horarios con tus redes sociales, de ratos desconecta todo y disfruta de los pequeños detalles cómo bailar, leer un libro, ver una serie o algo que no implique estar en el celular.
Realiza alguna actividad física
Imagina toda esa tensión muscular al dejar que tu mente divague, es completamente un caos por lo que hacer actividades físicas como bailar o algún deporte, permite que se libere toda esa tensión y fluya mejor para no acumular emociones dañinas. Es una forma de aplicar el Hoʻoponopono con su lema de “suelto y libero”. Además de activarte y ponerte de buenas, es una opción que no puedes pasar desapercibida.
Habla con alguien
Ya sea con un psicólogo para desahogarte y dejar ver que todo puede ir de maravilla o simplemente con un amigo en quien puedas confiar. No se trata de que diario sea lleno de alteración y termines hasta peleando con tus seres queridos pero si de que eventualmente puedas hablar con las personas de cómo te sientes. También sobre lo que te gusta o molesta para que puedas marcar la diferencia y no solo explotes sino que vayas drenando esos pensamientos que alteran tu mente y emociones.
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