Llevar flores a tu casa es una gran idea: darán colorido a la habitación donde las coloques, purificarán el aire que respires y por supuesto inyectarán felicidad a tus días y despertarán tu creatividad. Por eso, no dudes en elegir un ramo la próxima vez que estés frente a una florería. Eso sí, deberás seguir ciertos pasos para lograr que permanezcan frescas por más tiempo, sobre todo en los días de calor, cuando es más probable que plantas y flores en general recientan las subidas de temperatura y se vuelve prioritario saber cómo cuidar tus arreglos florales.
Aquí te damos algunos consejos que puedes aplicar de forma sencilla para garantizar flores frescas por varios días, sin importar el tipo, tamaño del arreglo o condiciones externas.
5 consejos para cuidar tus arreglos florales
Selecciona y coloca de forma adecuada
Empieza por las flores que llevarás a casa: elige aquellas que estén en plena floración y botón para garantizar que podrán sobrevivir por más tiempo. Si solo escoges piezas muy abiertas, seguro se marchitarán más rápido.
Por otro lado, una vez que las flores lleguen a casa, colócalas en un jarrón donde las flores no queden muy apretadas; así, podrá circular mejor el aire entre ellas. Es importante también colocar agua a temperatura ambiente y evitar que las hojas se sumerjan en el agua para que no proliferen bacterias. Por último, retírales todo lo que traigan, como plástico, ligas o listones.
Nutre tus flores
Muchos arreglos vienen con alimento floral, el cual deberás colocarle desde que las introduces al florero. Pero si no es el caso, puedes usar trucos caseros, como disolver un par de aspirinas en agua o agregar una cucharada de azúcar. Otra solución eficaz es un poco de vinagre y azúcar disueltos en el agua antes de colocar el ramo, lo que seguro te ayudará a prolongar la vida de tus flores.
También, se recomienda una tapa de cloro en el agua para evitar la proliferación de bacterias y retrasar el tiempo en el que cambias el agua.
Corta el tallo
Cada dos días, en promedio, deberás cambiar el agua y recortar el tallo para que tengan una mejor absorción del líquido. Hazlo unos dos centímetros, de forma diagonal. También, es oportunidad para retirar hojas y pétalos marchitos para evitar que contaminen el agua del arreglo o en general den una mala impresión. En todo este proceso es muy importante que no maltrates las flores ni sus tallos.
Colócalas en un sitio fresco
Sobre todo en época de calor, es importante que tu ramo de flores esté en un área que no reciba de forma directa los rayos del sol y que, de preferencia, tenga ventilación natural. En contraste, aléjalas de grandes corrientes, como el aire acondicionado de forma directa. Y si las temperaturas son muy altas, puedes refrescar los pétalos con un aspersor a unos 10 centímetros de distancia una vez al día.
Revísalas con frecuencia
Además de los pasos previos, es importante que revises de forma constante el estado de las flores: su grado de floración, la firmeza y por supuesto el color del agua. Si detectas que ya se vuelve turbia con facilidad o que tus flores ya no dan más de sí, es hora de cambiarlas.
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