La propuesta turística en la CDMX cada vez va subiendo más y más, no solo hablamos de restaurantes, exposiciones, experiencias y tours, sino de hoteles de grandes cadenas y otros boutiques más pequeños con encanto. Así es Colima 71, el nuevo hotel en pleno corazón de la colonia Roma con detalles que los amantes del arte y México aprecian y destacan.
En la capital del país podemos encontrar todo lo que se te ocurra, desde grandes exposiciones culturales, restaurantes de la cocina que quieras, bares únicos, eventos deportivos, musicales y mucho más. Al año recibe millones de turistas en busca de experiencias y un lugar cómodo, bien ubicado y por supuesto llamativo donde hospedarse.
Colima 71
Si bien al ser una gran ciudad cuenta con numerosos hoteles y cientos de cuartos, cada vez se valora más la propuesta hotelera acogedora, mejor ubicada y con detalles únicos. Colima 71 antiguamente era una escuela, ahora es un hotel sofisticado que cuida cada detalle, quiere aprovechar el interés artístico de los mexicanos y visitantes convirtiéndose en un spot clave que complementa la oferta de la vibrante zona, así como una casa llena de confort y diseño para nómadas digitales.
Alberto Kalach es el nombre protagonista en la arquitectura, Nomah Studio el responsable del diseño interior y del mobiliario, Karla Celorio del interiorismo con una espléndida obra exclusiva de la que hablaremos más adelante y Ana Ongay en la curaduría de arte forman parte de los grandes nombres mexicanos involucrados en este hotel boutique. Ofrece una experiencia 100% mexicana sin caer en las típicas flores, colores intensos o alebrijes, es una interpretación muy especial, fina y sofisticada de lo que es México, sus bellezas y arte.
Al entrar encontrarás un lugar silencioso y apartado, como si salieras de la CDMX por un momento. La paleta de colores nos remite a la naturaleza entre verdes, marrones y amarillos. En la primera sala encontrarás un gran sillón que te invita a sentarte en su curva forma y tela aterciopelada color oliva, está delante de una obra fotográfica de Iñaki Bonillas de fachadas de la colonia Roma cada una con su negativo, mostrando la dualidad de la zona y la vida misma.
Le quieren dar especial atención al área de recepción como un espacio abierto a exposiciones como parte del circuito de galerías de la zona. Más adelante encontrarás cubículos cómodos para trabajar, sillones sofisticados y The Coffee Bar para tomar alguna bebida como chocolate, agua o café las 24 horas del día. Siguiendo por el pasillo verás The Honesty Bar con una exclusiva selección de bebidas alcohólicas que seguro complementarán tu día. Observa todos los detalles porque te vas a sorprender; por ejemplo las tazas son de barro traído directamente desde Oaxaca.
Encontrarás más mesas para hacer diferentes actividades, salones de juntas con todo lo necesario para reuniones grupales, hasta el fondo un salón multiusos y un espacio lleno de vegetación al aire libre. Si miras hacia arriba verás una sorprendente obra de Karla Celorio que no solamente es sorprendente desde la planta baja, provoca una vista muy diferente en los cuartos superiores. Toda la planta baja crea escenarios diferentes que se pueden acoplar son numerosas necesidades de los huéspedes.
El terrazo es un material que vemos mucho en todo el hotel, es un residuo del barro que generalmente se desechaba pero ellos supieron agregarlo y que se viera extraordinario aprovechando también su deseo de ser lo más amigables con el ambiente posibles.
Al subir las escaleras notarás que son de varillas de acero, guarda este dato porque tienen que ver con un detalle de los cuartos que te contaré después. Por ahora centremos la atención en la obra espectacular de Darío Escobar llamada “Quetzalcóatl” que te acompañará en el trayecto del elevador transparente. Se trata de una larga instalación que mide en su punto máximo 17 metros hecha de bronce, acero y hule vulcanizado.
Cuentan con 16 estudios en cuatro pisos con cuatro diferentes categorías. La más alta tiene una terraza muy cómoda y exclusiva con vista a la calle de Colima y hamacas de Yucatán. Tiene cocineta, estufa eléctrica, refrigerador, horno de microondas, un cómodo comedor y una entrada de luz natural única.
Las ventanas, paredes y puertas están diseñados para mantener fuera el ruido citadino y convertirlo en un cuarto muy silencioso ideal para leer, trabajar, estudiar y descansar lo mejor posible aun estando en plena colonia Roma. Los cuartos de menor categoría no cambian mucho, también tienen comedores aunque más pequeños pero la gran diferencia es la vista. ¿Recuerdan la obra de Karla Celorio de la que hablamos al inicio? Es un extraordinario detalle para las habitaciones con vista hacia atrás del hotel, hace toda la diferencia pues no ves solo techos, sino una obra que complementa el cuarto donde el lujo es minimalista, claro y limpio.
Como dijimos anteriormente, observen cada detalle, en los baños se encuentra nuevamente el terrazo que supieron incluir en el hotel y las plumas que dejan junto a la cama son del mismo material que la escalera. Todos los techos son de gran altura, las camas king size ultra cómodas y los baños totalmente equipados con lo necesario para tu higiene y arreglo personal.
No tienen restaurante pero a través de su Whatsapp puedes pedir tu desayuno incluido con Rosetta, una de las panaderías y restaurantes más reconocidos de la zona, el país y con grandiosa reputación internacional. Este hotel no es un lugar común, es un espacio muy interesante que vale la pena tener en el radar. Tiene las ventajas de un hotel pero también las de un Airbnb, así que han conjugado los dos mundos dándole un toque mexicano, artístico y exclusivo.
Dirección: Colima 71, Roma Norte.
Teléfono: 55 9362 7521
Página Web: Colima 71