Coldplay ha evolucionado más allá de lo que un grupo de amigos formando una banda podría esperar. Se ha convertido en la banda más escuchada del planeta, capaz de llenar estadios y agotar boletos en cuestión de minutos, pero también se ha convertido en el blanco de burlas, ha sido votada como la banda que más fácil puede ponerte a dormir y con su facilidad para mezclar pop con un poco de guitarras eléctricas y baterías, también ha sido considerado el ejemplo perfecto de cómo el “rock” ya no es nada más que música de elevador.
Dicho eso, remontémonos al año 2005, año en que Coldplay lanzó X&Y, el anticipado tercer disco de la banda más importante del momento, más famosa que Oasis, con exitosa en términos financieros que cualquier músico del momento y capaz de hacer que las acciones de EMI cayeran por un rumor de que el disco no estaría listo para el día prometido. Así de grande era Coldplay y así de importante fue este disco.
Después de dos discos que los consolidaron como la banda más importante del mundo, no podían arriesgarse a mucho, un contrato millonario los tenía presos de su propio sonido y mientras los primeros discos eran la mezcla perfecta de rock y pop, X&Y suavizó mucho más el sonido, dejando que la banda se fuera por lo seguro y permitiendo que aún más gente se adentrara en su música. Después de todo, if it ain’t broke, don’t fix it.
Speed of Sound encapsula perfecto ese sentimiento de seguir la línea de Coldplay y al mismo tiempo hacer más accesible la música, incluso la letra. Tal vez Coldplay pueda hacer música que no rete al melómano, pero sin duda Chris Martin siempre ha tenido talento para escribir y esta es una de esas canciones que perduran por su universalidad.
Otro de sus grandes hits es Fix You, la canción que definitivamente buscó impactar de la misma forma en que Yellow lo hizo años atrás. Con un inicio lento pero poético, la canción crece hasta que durante el último minuto explota y sin duda es uno de los minutos que todos esperan al verlos en vivo. De hecho, este sentimiento de encontrarse rodeado de miles de personas coreando la canción es artificial, Coldplay lo construye en cada lugar en el que se presenta, pero al estar ahí, parece ser más bien el destino.
Aunque el disco fue un éxito y podemos regresar a verlo nostálgicamente como un gran momento en la historia de la banda, escuchar el disco de inicio a fin hace que se sienta cada vez más repetitivo. Después del experimental Viva la Vida, su inmersión en sonidos más electrónicos y sus letras cada vez más políticas, X&Y queda como el hermano menor de la primera camada que simplemente no brilló tanto como los otros dos.
Un éxito comercial, ¿pero a qué costo? La banda se convirtió en exactamente lo que los críticos decían de ellos, y aunque eso los liberó de buscar encajar en donde no eran bienvenidos, también los hizo perder identidad propia, algo que durante años han buscado recuperar y que realmente lograron en su siguiente disco, pero que se diluyó durante la siguiente década y apenas con el lanzamiento de Everyday Life en 2019 se volvió a ver. Ahora Coldplay está apunto de lanzar un nuevo disco, esperemos que finalmente se hayan reencontrado.