¿Sabías que en México existe un pequeño pueblo italiano? Así como si estuviera sacado del continente europeo y trasladado directamente a América. Es un lugar muy interesante a tan solo unas horas de la capital, donde además de sus edificaciones y rasgos físicos de los habitantes, podemos notar una diferencia en la forma de hablar: tienen un dialecto único en el mundo que ha sobrevivido a lo largo de los años.
Chipilo, México
El Chipilo de México se llama oficialmente “Chipilo de Francisco Javier Mina” desde 1899 en honor al guerrillero. De inicio era una colonia de extranjeros llamada “Colonia Fernández Leal”. Está localizado en el estado de Puebla, cerca de Cholula, específicamente en el Municipio de San Gregorio Atzompa.
Fue fundado por migrantes italianos originarios de Véneto y otros pueblos aledaños como Maser, Feltre y Quero, entre otros. Se habla de 424 personas nacidas en Europa, para ser exactos en 1882. Tienen muy cerca a una montaña que llamaron “Monte Grappa” como una muy famosa cercana al pueblo alpino. Tienen un valle sembrado de alfalfa, volcanes y una grandiosa gastronomía italomexicana llena de pastas, pizzas y risotto.
Cuando los migrantes llegaron se dedicaron a la ganadería, ahora los comercios ahí son muy seleccionados; no encontrarás una tienda de abarrotes, en su lugar hay tiendas de quesos, carnes frías, cafeterías, una biblioteca, un convento de salesianas, escuelas, carpinterías, la presidencia, dos bancos y hasta el Museo de la Migración Italiana. Su arquitectura es muy característica, parecida a las aldeas italianas.
Chipilo es un sitio de gente muy orgullosa de sus tradiciones, cultura y pasado, ha resistido por años con mucha fuerza aún cuando no se llevaban muy bien con la gente de Puebla. ¿Resistirán por muchos años más?
¿Qué dialecto hablan en Chipilo?
El idioma que hablan los cerca de cuatro mil 500 habitantes es el véneto, una lengua romance con muchas variaciones de la misma región en Italia. Se habla en diferentes países fuera del territorio “de la bota” como Venezuela, Brasil y Argentina, pero el véneto de Chipilo, México, es diferente, tiene una modificación muy interesante con náhuatl y español que lo convierte en único en el mundo. Se ha vuelto un detalle muy llamativo para los turistas y el resto del país. Se le apoda “Véneto chipileño”.
Sin embargo, las nuevas generaciones ya no están aprendiéndolo, muchos niños ya no saben hablarlo y se teme que por la gentrificación y que los nuevos papás no se lo enseñan a sus hijos, pueda desaparecer muy pronto.