Disco de la semana: Channel Orange de Frank Ocean

Frank Ocean inició su carrera escribiendo letras de canciones para artistas como Justin Bieber, John Legend y Beyoncé. Esto ya implica un éxito mucho mayor al que muchos pueden soñar, pero Ocean nunca fue un conformista y él dijo que esa no fue la razón por la que se mudó de Nueva Orleans a Los Angeles, así nació la leyenda del músico Frank Ocean.

En 2011 ante la negativa de las disqueras a publicarlo, lanzó el mixtape Nostalgia Ultra, un recorrido por la mente del artista donde sus historias sobre la infancia y adolescencia fueron clave para enganchar a los escuchas, pero su nivel de producción no era como nada que existiera en ese momento y todos sabían que se encontraban ante un diamante en bruto.

Sin un disco oficial, Frank Ocean se convirtió en uno de los artistas más aclamados y su debut ya era muy anticipado. Cuando el disco se presentó a medios y críticos, muchos notaron el uso de pronombres de una manera que daba a entender que Ocean no era heterosexual. Anticipándose a lo que podrían decir de él, Ocean publicó una declaración contundente y muy emotiva en su página de Tumblr donde afirmó haber amado y perdido a un hombre.

Aunque Ocean no pertenece al género del hip-hop exclusivamente, todo su círculo era parte de esta escena y aunque no se vea tan lejano, en 2012 las cosas eran muy distintas y la declaración de Ocean fue un parteaguas para que más artistas en géneros con un pasado turbio pudieran expresarse tan como quieren.

Channel Orange finalmente salió a la venta y desde entonces la música no ha sido la misma. El disco conceptual de Ocean nos lleva por una persona (tal vez Ocean) viendo televisión y jugando videojuegos. Cada canción cuenta una historia y aquí es donde radica una parte del genio del cantante. Sus letras van de lo mundano a lo filosófico, de lo artístico a lo íntimo en cuestión de segundos y a veces hay que buscar el doble o triple significado de cada verso.

La otra parte de su genio está en la forma en que hace música. Más allá de un sampleo y algunos instrumentos básicos, Ocean expande su música para volverla imposible de clasificar. Algunos la llaman R&B del siglo XXI, otros lo encasillan en la zona del hip-hop, pero Ocean usa elementos del jazz, rock, art-rock, soul, pop, EDM y mucho más, convirtiendo cada canción en un paseo por caminos inexplorados e inesperados.

Después de Start que nos sitúa en una habitación donde alguien enciende la televisión, Thinking Bout You nos sumerge en la experiencia de Ocean, donde nos preguntamos si las personas que amamos y ya no siguen junto a nosotros aún piensan en nosotros. Pero Frank Ocean usa el lenguaje de una forma que parece mucho más poética de lo normal para decirnos que el amor a veces es una promesa vacía y que nunca podemos esperar todo de otra persona.

Entre las canciones los canales de la televisión se cambian y por eso Fertilizer suena como un comercial con un pegajoso jingle, pero al mismo tiempo es una analogía sobre el embarazo. Otros canales nos hablan de la vida de las personas con más dinero del que pueden soñar y con Sweet Life o Super Rich Kids nos demuestra que sus vidas a veces son mucho más tristes y vacías que la del resto del mundo.

Channel Orange fue la muestra de lo que un artista que no cede ante la presión externa puede lograr, su trabajo puede ser lento, pero es metódico y parece pulido hasta el último detalle. Es por eso que su segundo disco, Blonde, tardó cuatro años en llegar y que hoy han pasado más de cinco años y no sabemos si próximamente escucharemos algo nuevo de Ocean. El cantante podría retirarse hoy y mantenerse como uno de los artistas más importantes de su generación.