La cebolla y el ajo son dos ingredientes que simplemente amas o no. Por fortuna para los que sí disfrutan de su sabor, hay una buena razón para seguir comiéndolos, pero si eres de los que los odia, será un motivo para reconsiderarlo.
¿De qué se trata? Han encontrado que tanto el ajo como la cebolla pueden ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. ¡Si! Sigue leyendo para enterarte de todos los detalles.
Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Búfalo y la Universidad de Puerto Rico descubrió que entre las mujeres puertorriqueñas, la ingesta de ajo y cebolla, así como el sofrito (una mezcla de ajo, cebolla, pimiento y tomate cocido en aceite de oliva que se usa como una base para muchos platos españoles, italianos y portugueses) se asoció con un menor riesgo de cáncer de mama.
La cebolla y el ajo son vegetales ricos en flavanoles y compuestos organosulfurados. Son alimentos saludables llenos de compuestos beneficiosos, como S-alilcisteína, sulfuro de dialilo, disulfuro de dialilo y sulfóxidos de al (en) il cisteína. De acuerdo a varias investigaciones, estos compuestos han mostrado propiedades anticancerígenas en humanos, así como en estudios experimentales con animales.
El estudio surgió en Puerto Rico porque es un país en donde se consumen mayores cantidades de ajo y cebolla que en Europa y Estados Unidos. Aquí las mujeres preparan la mayoría de sus guisos a base de arroz y frijoles con el famoso sofrito y curiosamente tienen tasas bajas de cáncer de mamá que en el resto del mundo.
Sustentados además por la evidencia científica que ya existía sobre las propiedades anticancerígenas del ajo y la cebolla. La recomendación es incluirlas en tu dieta de forma equilibrada. El compuesto oniana A funciona también como un tratamiento adicional de pacientes con cáncer, pues aumenta la capacidad de barrera de los fármacos en el organismo.
Para leer el estudio completo, da clic aquí.
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