¿Sabías que en México se produce una de las aguas más puras y ricas en nutrientes del mundo? A unos cuantos kilómetros, entre la capital poblana y la Ciudad de México, se encuentra la Reserva de Sta. María, un área protegida de más de 200 hectáreas que alberga el manantial que se deshiela directamente del volcán Iztaccíhuatl y que jamás te imaginarías que existe.
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El lugar es perfecto: rodeado de jardines y árboles verdes, el clima ideal para hacer actividades al aire libre, un ambiente de paz infinita. Y es que además de que no hay señal de celular, puedes escuchar el manantial correr y los pájaros cantar. De hecho, hace algunos meses ahí se llevó a cabo la inauguración del 13 Encuentro de Yoga.
Sin embargo, lo impresionante de esta reserva es su producción de agua. El agua de manantial es una fuente de excelente calidad, pero no todos los manantiales son iguales. Constantemente se realizan diversas actividades para conservar el ecosistema de la región y asegurar que el ciclo del agua no se altere.
Por las bajas temperaturas la lluvia cae sobre el volcán en forma de nieve, que después se derrite con los rayos del sol. El agua del deshielo se filtra por la montaña y durante este proceso, el agua es dotada de una composición mineral única, formando mantos acuíferos. El agua va encontrando diversas salidas, brotando en forma de manantial.
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Cabe mencionar que esta agua, al entrar en contacto con la montaña, adquiere los minerales necesarios para lograr un bienestar natural dándole un único, así como el balance perfecto con un pH de 7.4 lo cual hace que tienda a ser alcalina.
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