Una buena taza de café puede ser tu mejor amigo durante la mañana. Te da la energía que necesitas, sin importar como lo tomes. Pero a muchas personas no les gusta tan caliente y prefieren tomar un café helado, que es la misma cantidad con un poco de hielo.
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Hablamos de un café frío que no lleva azúcar así que si pensabas en un frappuccino, estás equivocado. Se prepara de la misma manera que un café regular pero se le agrega hielo para enfríarlo. Lo que a muchas personas no les gusta es que el agua de los hielos se derrite y solo hace que el café sepa a agua. Pero ese problema es muy fácil de solucionar.
Para lograr que tu café helado no sepa solo a agua necesitas hacer una cosa durante la noche. Se trata de preparar café y después congelarlo en pequeños cubos de hielo. Al momento de servirlo en la mañana agregas esos cubos de café y al derretirse el sabor no se irá a ningún lado. Además la intensidad que nos encanta por las mañana será mejor que nunca.
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El aroma que amas en las mañana seguirá presente, la única diferencia será un sabor mejorado de tu café helado. Así que para tu próxima taza de café ya sabes cual será la solución. Solo no te olvides de hacer los hielos una noche anterior.
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