Disco de la semana: “El madrileño” de C. Tangana

Por Karla Ángeles

“¡Wow, Antón tiene muchos amigos!”. Esto fue lo primero que pensé al terminar por primera vez el nuevo disco de C. Tangana. “Puchito”, como también le gusta que lo llamen, lleva toda la cuarentena reinventándose. Y es que a él, como al mundo en general, la pandemia lo agarró por sorpresa en un momento en el que su carrera iba en constante aceleración.

Pero no todo fueron malas noticias, después de salir de México ante el cierre de fronteras y luego de superar el COVID el año pasado, resurge con un nuevo disco compuesto por 14 temas. Una montaña rusa de emociones que te llevan del empoderamiento al abandono en 42 minutos y 38 segundos.

¿Es posible reinventarte dentro de tu mismo estilo? Al parecer sí. Con este disco, Antón nos demuestra que sigue siendo fiel a su estilo pero se ha dado la oportunidad de explorar nuevos ritmos y traerlos a su mundo. El new flamenco es su sello personal, pero en ‘El Madrileño’ hace un recorrido por los ritmos latinos tradicionales, pasa de la comparsa al bolero, pone un toque de salsa y adereza con mucho, mucho flow

Y hablando de ritmos del mundo, debemos parar en el track 11: ‘CAMBIA!’. En esta canción aparecen en los créditos dos artistas de origen mexicano, Carin León y Adriel Favela, ambos exponentes de un nuevo estilo que ha venido ganando seguidores en los últimos años. El regional norteño dio un paso adelante y, apoyado por las nuevas generaciones que escuchan música más actual, evolucionó a algo llamado “corridos tumbados”. Billboard los define como “una variante del corrido tradicional que incorpora la sensibilidad del hip-hop, tanto musicalmente (con rapeos y cánticos) como en un tema temático”.

También hay una colaboración con Ed Maverick, quien a sus 20 años ha logrado conquistar a propios y extraños y cada vez son más los cantantes que quieren compartir voz con él. ‘Párteme la cara’ es sin duda la primer gran sorpresa de este disco, donde además de vocales, también comparten la autoría de la letra y los arreglos musicales.

¿Y recuerdan que les dije que Antón tiene muchos amigos? Pues la lista sigue. Las colaboraciones siguen con José Feliciano y El Niño de Leche para un “G-Mix” de ‘Un veneno’, como si la versión original no fuera ya una joya musical. Canta también un tema con Jorge Drexler, otro con Omar Apollo y uno más con Eliades Ochoa, guitarrista y cantante cubano del Buena Vista Social Club. Y, aunque no canta con ellos, hay guiños a otros grandes cantantes españoles como Alejandro Sanz o Rosario, de quienes usa frases icónicas de sus canciones en ‘Nunca estoy’, un tema en donde pareciera que Puchito canta en nombre de las mujeres que han compartido su vida. Es un tema que habla de la ausencia en medio de la fama.

Pareciera entonces que ha dejado lo mejor para el final. El tema que despide el disco es una colaboración con Andrés Calamaro, quien después de un año fuera del foco, vuelve con su inconfundible voz a reclamar su trono y confirmar que sigue más activo que nunca.

Con ‘El Madrileño’, C. Tangana le pone pausa indefinida al reggaeton y levanta la mano para ganar el primer lugar de la fila en los mejores discos del año. Estoy segura que pasará mucho tiempo hasta que tengamos otro álbum tan completo, ecléctico y honesto como el que nos acaba de regalar Antón Álvarez Alfaro.