Entre los deportistas de alto rendimiento y quienes practican el deporte a gran escala –maratonistas o crossfitters– la tendencia desde hace un par de años han sido los baños de hielo o crioterapia. Se trata básicamente de exponer el cuerpo a temperaturas heladas durante algunos minutos, con la finalidad de ‘ayudar’ a los músculos, tendones y demás partes del cuerpo, a recuperarse luego de un entrenamiento muy demandante.
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Se dice que el cuerpo humano es una máquina perfectamente diseñada, pero de vez en cuando también necesita un poco de mantenimiento. Si practicas algún deporte y de pronto sientes demasiado cansancio y que a pesar del reposo que tengas las horas posteriores, no consigues que tu cuerpo se recupere, esto es lo que debes hacer.
1. Colocar una bolsa de hielo en una tina –depende el espacio y la zona que quieras recuperar–. 2. Pon por la cantidad de hielo tres veces agua.
3. Sumérgete en ella durante 5 o 10 minutos y relájate.
¿Qué lograrás con esto? Los vasos sanguíneos se contraerán y hará que la sangre circule. Los músculos sentirán mayor vigor y con oxigeno, te olvidarás del ácido láctico.
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¿Cuánto debes hacerlo? El momento adecuado para hacerlo es justo cuando terminas tu entrenamiento. Si no tienes la posibilidad de hacerlo en el lugar. Hazlo a más tardar una o dos horas después.
Eso sí, recuerda que no será fácil ni divertido. Es una terapia que requiere mucho valor mental y físico, porque someterás tu cuerpo a bajas temperaturas. Y no olvides que la clave es medir el tiempo. Como recomendación, quienes sufren de cardiopatias, hipotiroidismo o enfermedades vasculares no debes realizarla.
Pon en práctica los baños de hielo y verás que hará una gran diferencia en tu desempeño deportivo.
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