El mundo de la relojería esconde cuestiones esenciales de la experiencia humana. Arte, filosofía, diseño y estética. Todo cimentado alrededor del concepto del tiempo hacen que esta industria sea única y apele a la propia naturaleza humana de entendernos en el tiempo y el espacio.
Todo esto fue puesto en consideración por Audemars Piguet al crear un museo que rindiera honor a su nombre. Ubicado en Le Brassus, Suiza, este museo se encuentra en una estructura de cristal compuesta por dos espírales que se fusionan en el paisaje y que complementan los históricos edificios donde nació esta icónica marca.
Dentro del museo, los apasionados por la relojería encontrarán una colección de 300 piezas inolvidables que demuestran la perfección con la que la casa suiza suele trabajar. También tendrán acceso a talleres presentados por líderes en la industria para que los visitantes tengan aún más entendimiento sobre el proceso de sus artefactos favoritos.
El desarrollo del museo corrió a cargo de Bjarke Ingels Group (BIG), por lo que se trata de una obra de arte en sí misma. El director del grupo lo define de la siguiente manera:
A diferencia de la mayoría de las máquinas y la mayoría de los edificios actuales que tienen una desconexión entre el cuerpo y la mente, el hardware y el software, para el Musée Atelier Audemars Piguet hemos intentado integrar completamente la geometría y el rendimiento, la forma y la función, el espacio y la estructura, el interior y el exterior en un todo simbiótico.
Lo mejor de todo es que a diferencia de muchos lugares en el mundo, Suiza ha logrado combatir al coronavirus de manera eficaz, por lo que el museo se encuentra abierto y debe ser una opción perfecta para que lo pongas en tu lista de cosas por hacer en un futuro no muy lejano.
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